1. Ya soy el puto del equipo (XV)


    Fecha: 04/09/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... por la mañana. ¿Sabes qué? El tiempo es nuestro y esta orgía también, démonos cuantas veces podamos y mientras podamos y dejémonos de reglas.
    
    Leoncio solo me sonrió, luego ambos nos fuimos y nos metimos en mi habitación. Santi que vio cómo nos íbamos, vino a reclamar que todavía no había follado conmigo y le dije:
    
    — Acaba con quien te falte y en media hora te esperamos en mi habitación y nos follas a los dos.
    
    Nos sonrió y dijo:
    
    — No dejaré pasar un minuto más, así que daros prisa.
    
    Nos fuimos hacia mi habitación. Cuando llegamos, nos dimos cuenta de que eran las 4 de la mañana y que no era ya la tarde, de ahí el hambre que teníamos, estábamos casi dormidos de pie. Como ya estábamos desnudos y limpios, nos abrazamos, nos besamos brevemente y nos acostamos para dormir abrazados. Mi último pensamiento antes de dormirme fue si me tiraría a Canales por la mañana o si me follaría él mí, mientras Santi se follaría a Leoncio, tal vez, también a mí.
    
    Nos despertó, Canales y Santi que venían de las manos a pedirnos que no podrían follarnos porque no daban de sí. Una vez despiertos, nos miramos Leoncio y yo y después de haber dormido algo decidimos follarlos a los dos. ¡Joder, de puta madre! Los huevos son inacabables, solo cuesta un poco más, pero ¡leche y leche y más leche!
    
    Ya sabía yo que a partir de aquí hasta el desayuno iba a seguir la orgía. Menuda follada me esperaba de Abelardo. Así fue, cuando entró Abelardo a la habitación los mandó a todos a la mierda ...
    ... y sin más permiso, me agarró y me la metió. Claro que entró fácilmente sin meter dedos ni nada de nada, tenía el agujero del culo abierto de par en par. Ni noté que me la metió, solo que me folló como un burro y me llenó el culo de esperma. Le pregunté:
    
    — ¿Nos follaremos tú y yo a la tarde?
    
    — Tú y Leoncio estáis castigados por no seguir las reglas, a la tarde vamos a hacer cuatro Eiffel 69, vosotros en la base y la primera con Mauricio y conmigo y la segunda con Frasquito y Martín, vosotros dos no entráis en el sorteo, la otra Eiffel 69 la harán, también vosotros en la base, Canales y Santi y solo después haréis una vosotros con Canales y Santi en la base por haberse escapado hacia aquí. ¿Quién sabe quien tiene la culpa? ¡Ah, y ya veremos lo que trae mañana!
    
    — ¿Por que me regañas, Abelardo, amor mío?, —dije con carita de niño mimoso y malo.
    
    — Déjate de lloriqueos y ¡a la ducha, cochino!
    
    Con un slip de baño verde muy diminuto me fui a desayunar. La polla se me marcaba lo necesario, pero también lo justo de fláccida que la tenía, suerte que el micro slip era muy poca cosa, no fueran a pensar que no era hombre.
    
    Después del desayuno todos a la playa a dormir bajo el sol. Solo nos bañamos antes de ir a comer con hambre de mil demonios. Pero la tarde-noche fue fantástica y la fuga mereció el castigo, aunque preveo que tal castigo no será más que un premio. Mientras tanto siento que mis amigos me desean e inventan ocasiones para demostrármelo, entre ellos son ...