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Ya soy el puto del equipo (XV)
Fecha: 04/09/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... se limpió, me tomó entre sus brazos musculosos y me dio un profundo beso penetrante. Luego me dio una palmadita en el culo, se dio la vuelta y salió sin decir una palabra. Hasta ese momento me había chupado uno, otro me había follado y había follado a un tercero; a tres tíos diferentes había complacido y me habían satisfecho. Esta se estaba convirtiendo en una de las tardes-noches más activas sexualmente que jamás había experimentado y comencé a preguntarme cuántas veces podría correrme en una tarde-noche. Cualquiera que fuera el número, ¡ciertamente iba a ser un récord para mí! Sin embargo, por el momento estaba totalmente agotado y me faltaban por lo menos cuatro, así que fui a la cocina a sacar algo para comer, pues como lo estaba yo estarían también los demás. No me equivoqué. Se vinieron como moscas a la mierda, a comer y satisfacerse el estómago para recuperar fuerzas, tan extenuados que conversábamos en voz baja. Lleno el estómago y con una copa en una mano, me iba a sentar en el sofá para reposar mi polla húmeda ya de pre semen, miré alrededor y vi rápidamente a Leoncio que estaba observándome con ganas y me pareció un rostro más agradable que nunca. Es que esa tarde todos eran agradables. Me acerqué a él y le pregunté si ya me tocaba unirme con él. Me echó una ojeada rápido con su eterna sonrisa y me dijo: — Claro, ¡me gustará la compañía! Me senté y mientras le daba la copa de whisky, ambos nos contamos cómo nos había ido hasta el momento en la orgía. ...
... Resultó que él, como yo, había sido mamado, jodido, y ya había follado, total a tres y estaba listo, recuperado el cuerpo, ¡para comenzar de nuevo todo el procedimiento! Sin necesidad de decírnoslo, ambos asumimos que éramos nuestra siguiente compañía sexual, ¡así que comenzamos a discutir quién de nosotros le haría qué al otro! Finalmente, decidimos ser muy científicos acerca de todo esto, así que tomó una pajilla de un recipiente que había sobre la mesa, la rompió en tercios desiguales, los metió en su puño cerrado para que solo se mostrara una cantidad igual de cada tercios y me dijo que tomara mi primera elección. Quien sacara la paja corta podría elegir lo que haríamos. Yo saqué la más larga, así que Leoncio ganó el sorteo, pero no me importó ni lo más mínimo. Estaba perfectamente dispuesto a tener relaciones sexuales con Leoncio y su pollaza, ¡no importa quién se montaba a quién! Como los dos habíamos follado y eyaculado tres veces en un tiempo relativamente breve, nos costaría un tiempo volver a despertar nuestras pollas. Primero jugábamos con el whisky. Él bebía un sorbo lo maceraba en la boca y me lo derramaba en mi boca, luego yo sorbía del vaso y lo maceraba hasta casi tragarlo y lo derramaba como si fuera una fuente en la suya, así tres veces hasta concluir el contenido del vaso. El whisky parecía más dulce macerado por boca ajena. Luego, pasamos a conversar de cosas en general que podrían convenir a los dos en el sentido de que parecía que disfrutábamos de la ...