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Ya soy el puto del equipo (XV)
Fecha: 04/09/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... la arena, el agua del mar y el sexo por igual, pero Frasquito era imparable. Salimos a comer con la rutina predeterminada, al salir de la nudista, slip de baño puesto y al restaurante, sentarnos en la terraza en un lugar con dos mesas para aposentarnos los 8. Comimos bien y Abelardo ya habló con el dueño para que estuviera todo preparado para los cuatro días siguientes, a fin de no acabar tan tarde, pues ese día ya no regresamos a la playa sino que fuimos por el paseo marítimo a casa. Pusimos un par de películas y todos nos dormimos sobre los sofás. Cuando despertamos uno tras otro lo primero que hicimos fue ir al baño, mear, pues habíamos consumido bastante cerveza en la comida. Luego Mauricio nos invitó a todos a pasar a las zonas externas donde había piscina y duchas y que nos laváramos incluso el recto. Como habíamos puesto unas cuantas perillas para hacernos edemas de agua tibia tal como salía en esas ducha nos limpiamos unos a otros para que nos sirviera para calentar el apetito sexual y una vez contagiados del ardor erótico y secos nos volviéramos a la sala, donde habíamos preparado los cuatro sofás en los habíamos dormitado, eran dos que habitualmente estaban allí y dos de otra salita al final de las habitaciones. Habíamos sacamos la mayor y más gruesa de las alfombras que estaban en el trastero para echarla al suelo. En la pared del fondo había una estrecha mesa larga para floreros y los habíamos quitado con el fin de poner bebidas y condones. Mauricio que ...
... se había encargado del asunto de los condones, los dejó a la vista, lo mismo que los tubos de lubricante KY, que de inmediato colocó en la mesa junto a unos vasos y unas botellas de agua. Abelardo nos apremió para ir a la sala, mientras yo recogía unas botellas de ginebra, whisky y vodka para meterlas en la mesa estrecha. Cuando llegué ya estaban esparcidos, sentados muy cómodamente sobre los sofás, ya se habían desprendido de las toallas y estaban muy ocupados mutuamente tocándose los cuerpos uno del otro. Esa visión me los hizo muy atractivos para mí y todo lo que tenía que hacer era acercarme a uno de ellos para que todo comenzara. Lo hice con Mauricio que lo veía solitario y me dejé quitar mi toalla por él para luego darnos un beso. Al oído le dije — Este es para Alicia, trátame como si fuera ella y hazme lo que quisieras hacerle, así te vas preparando. Me sonrió y metió más lengua en mi boca. Me encantó el rubio que tenía el pelo todavía más largo que cuando estuvimos en la sierra. Con su beso y su abrazo apretando mis nalgas me percaté aún más de su gran constitución y su polla que tenía al menos casi 23 cm. de largo. — ¿Cuánto de largo exactamente?, —le pregunté. — 22,86 cm. —me sopló al oído. Nos miramos, sonreímos y él me demostró que estaba dispuesto a todo, levantó sus cejas, como para preguntarme si yo estaba dispuesto. — Lo que más deseo es que me folles total, sin más miramientos que el cariño que le tienes a tu chica, —le dije suave y sin ...