1. La Hija -3-


    Fecha: 07/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos

    ... elige el momento en el que vos acabas o no por tu desgracia también soy yo… ¿entendiste? –dijo cada una de sus palabras mirándome a los ojos y apretando aún más mi rostro- ¿Entendiste? –volví a repetir ante mi silencio.
    
    —Si… –dije apenas mirándolo desde la incómoda posición en la que mi cuello se encontraba.
    
    —¿Si? ¿Si… que? –volvió a preguntar apretando a un más mi rostro.
    
    —Si...Señor, ya entendí –dije suponiendo que eso quisiera escuchar.
    
    —Tienes cinco minutos para vestirte y salir del baño, si tardas más o descubro que te masturbaste, esta vez el castigo será azotarte hasta cansarme putita, imagino que ya notaste que tus lagrimas o tus suplicas no sirven de nada conmigo.
    
    —Si…Si señor –alcance a corregir mi respuesta antes de ser castigada.
    
    Soltó mi rostro y abriendo la puerta salió del baño…ahí me quede yo, totalmente agitada, mojada, confundida, pero por sobre todas las cosas insatisfecha, mi pecho iba al ritmo de mi respiración, tome mi ropa y me vestí lo más rápido que pude, moje mi rostro varias veces con abundante agua, acomode mi cabello y salí rumbo para la cocina, al llegar pase por al lado de Javier mirando al piso, me senté en la silla más alejada de él que encontré, saque mi celular y rogué que no me prestaran atención. El almuerzo trascurrió con total tranquilidad, aunque verdaderamente no tenía hambre comí solo unos pocos bocados y me retire a mi habitación, me deshice de mi ropa solo tirándola al suelo, desde que era pequeña siempre ...
    ... había odiado los pijamas y desde que me había ido a Europa se había creado en mi la costumbre de dormir solo en ropa interior las sabanas cubrieron mi cuerpo, mi rostro se hundió en mi suave almohada dejando que el mundo de los sueños me lleve. Me vi rodeada de una gran arboleda el viento pegaba en mi rostro desordenando mis cabellos solo paz, solo serenidad, mi respiración cambio de un momento para otro comencé a agitarme, mi respiración se aceleraba me sentía muy extraña, mi cuerpo se paralizo de un momento para otro, mis músculos se tensaban, mi cuerpo comenzó a removerse intranquilo, me desperté de repente quise moverme pero no podía levantarme, me tomo solo unos segundos darme cuenta que estaba boca abajo atada a mi cama, a mi lado se encontraba Javier acariciando mi entrepierna, sintiendo la humedad que de ella brotaba.
    
    —Javier… ¡¡¿¿qué haces??!! ¡Suéltame! –comencé a gritar.
    
    —Shh… tranquila, relájate –dijo tranquilo– creo que necesitamos contar hasta diez.
    
    —¡¡Suéltame estúpido, estas enfermo… ándate!! –comencé a gritar– Mama, MAMÁ…VENI MAMÁ.
    
    —Podes gritar todo lo que quieras tu mamá se fue a la clínica –dijo sin dejar de acariciar mis nalgas hasta que levantando su mano me dio un fuerte azote en mi nalga derecha– uno … vamos cuenta conmigo.
    
    —¡AAhh…estas enfermo Javier! –Grite Furiosa
    
    —Uno… –Repitió dándome otro fuerte azote, pero esta vez en mi nalga izquierda.
    
    —Uno… por favor suéltame –dije mirándolo fijamente.
    
    —Uno… ¿Qué? –dijo azotándome ...
«12...4567»