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La historia de Ángel, solo era un muchacho (12)
Fecha: 08/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... parece Pablo? ¿No está magnífico? -Ya le he dicho que está increíble Ana. -Vamos al salón estarán llegando ya. -al salir Pablo nos cedió el paso y Ana le sujetó por el brazo para que bajara la cabeza y le besó la mejilla. -Tu también estás muy elegante. -Eduardo estaba ya en el salón y nos miró a los tres sin pestañear, solo dejó asomar una sonrisa de satisfacción, la de un hombre solitario que se sabía rodear de objetos caros y gente bella. Los primeros que llegaron fueron Rubén y Erico con sus padres, todos elegantemente vestidos para la ocasión, nos saludamos y Ana se quedó hablando con su hermana. Los chicos se nos añadieron en un grupo alejado unos metros y los coches comenzaba a llegar con los invitados. Todos desconocidos para mi. Estábamos cerca de un ventana desde donde veía llegar los coches hasta la escalinata de la casa, y a los pasajeros que descendían de ellos. Llegó un impresionante Rolls-Royce negro con las lunas oscurecidas y el primero que bajo era David enfundado en un traje negro, de la puerta del acompañante descendió un hombre mayor, y de las traseras una elegante señora de imprecisa edad y un chico en el que fije la atención. Era rubio trigueño, se colocó al lado de David mientras los mayores subían las escaleras y Damian entraba en el coche para retirarlo, era más bajo, seguramente más pequeño que yo, delgado y vestido con pantalones y chaqueta de a cuadros blancos y negros imitando a un tablero de ajedrez. Según se iban ...
... aproximando le iba retratando en mi cabeza, ya sabía que se trataba de Oriol, debajo de la chaqueta llevaba una camiseta con el cuello en pico de color fucsia muy fuerte, era imposible no mirarle esa parte del cuerpo, al entrar observé que llevaba una fina cadena de oro al cuello, corta como si fuera una gargantilla y le colgaba un círculo de oro con tres pequeños brillantes haciendo un triángulo. Dos pequeños brillantes, rodeados de un fino aro de oro, adornaban los lóbulos de sus orejas pequeñas y pegadas a la cabeza, llevaba el pelo recogido y tirante hasta la nuca donde se lo ataba en una corta coleta abierta y la cabellera le caía desde allí en cascada sobre la nuca. Me tenía impresionado, saludó a su madre con dos ligeros besos lo mismo que a Eduardo, y con sus tíos hizo igual, elevó la mano al ver nuestro grupo y seguido se encaminó hacia nosotros, observé que me miraba, con la misma curiosidad con que yo lo hacía, fue abrazando a sus primos y a Pablo. Era más joven que yo, pero no lo sabía en ese momento exactamente, solo que su cara era la de un joven de no más de catorce años, su sonrisa angelical dejaba ver sus perfectos dientes en una sonrisa morbosa mientas me llegaba mi turno de saludarme. Sacó la punta de la lengua y se mojó el rojo y pequeño labio gordezuelo inferior. Oriol era un pecado, cualquier movimiento que hacía, hasta el más ligero parpadeo invitaba al pecado y la lujuria. Se detuvo al fin delante de mi, si que era algo más bajo pero poco. -Mira ...