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Esto es la vida
Fecha: 21/09/2019, Categorías: Fetichismo Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... hermosa de su cuerpo desnudo activaron mi deseo. Ahí estaba yo en medio de sus piernas. Contemplando el blanco y plano vientre con su adorable monte cubierto de sus vistosos rizos. Oprimí mi cuerpo contra la suavidad excitante del suyo. La cubrí de besos tiernos pero llenos de lujuria, di rienda suelta a mi libertina lengua prometiendo con ello, todos los goces posibles, mediante la introducción de mi verga en el estrecho interior de su vulva. Daniela percibió mi peso y a la vez mi verga presionando los gruesos labios ante sala de su orificio vaginal. El deseo de mi nena era incontrolable y, comenzó a empujar con todas sus fuerzas, hasta que la punta se llenó de humedad producida por su zona intima. Daniela se relajó pude sentir como se distendieron sus labios genitales, y de un solo golpe introdujo la mitad de mi verga al interior de mi bella muchacha. Daniela perdió el control que hasta ese momento mostraba. Rodeó con sus piernas mi cintura, y provoco que mi enorme invasor la penetrara sin consideración alguna. Bese su trémulo rostro mientras mi verga se internaba totalmente en su viscoso canal. Era una dicha difícil de describir, la sensación que me causaba la presión que Daniela aplicaba a mi duro garrote y la grata estancia dentro de su ardiente canal. Mis testículos flotaban chocando incesantemente fuera de su vulva. Daniela gemía y yo la abracé con ternura mientras seguía agasajando su vagina con el trote vigoroso de ...
... mis embates. Continúe empujando. Saboreando glotonamente la grandiosa estrechez de sus candentes pliegues de carne en los que yacía enchufado. No podía detenerme mi sensación era demasiado intensa. Besaba sus labios lleno de emoción, escuchaba su agitada respiración y sus quejas de gocé. En ese instante Daniela comenzó a balbucear y exclamar —papito por favor empuja con todas tus fuerzas, invade con todo mi cuerpo, que estoy a punto de alcanzar el cielo. Daniela no pudo resistir más, y me obsequió una cálida emisión que bañó la rigidez de mi verga. Imposible describir fielmente el clímax sexual de mi nena. Pero en aquel momento aplique con todo mi vigor las más fuertes y profundas estocadas. Pero aún tenía que escupir mi semen en su interior, y la sola idea inyecto fuego a mi lujuria. Pasé mis brazos en torno a su cintura, y hundí mi verga hasta unir mis pelos con los de la vulva de Daniela. Y así entre suspiros anunciar que al fin mi leche bañaba en gran torrente las entrañas de mi hija, en medio de muestras de placer recibió los chorros que generosamente expulsaban mis partes sexuales. Ojala mi relato sea fiel en cuanto a las cosas hermosas que sexualmente pasé al lado de mi querida hija. Porque tal vez logré excitarlos y si lo logré que bueno, consideraré un triunfo si sus vergas y vaginas dan muestra de excitación. La vida no es la historia rosa que unos quieren escuchar y que a otros les gustaría contar.