1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (11)


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... con esa crueldad que le era tan propia.
    
    -Por favor, señora… ¡Por favor!... –se atrevió a rogar Alex, pero Ligia se mostró inflexible mientras una idea comenzaba a germinar en su mente.
    
    -Ningún favor, putito, y no insistas porque te hago probar la vara en el culo, ¿oíste?...
    
    La amenaza hizo efecto y el chico desistió de sus ruegos, atemorizado ante la posibilidad de padecer ese duro suplicio que recordaba muy bien.
    
    -Yo me voy a visitar a Mara pero antes, por haberte insolentado, vas a cumplir con un castigo de humillación.
    
    Alex la miró con una expresión de asombro, aunque no se atrevió a preguntar nada.
    
    Ligia se quitó los zapatos y le ordenó:
    
    -Acurrucate debajo de la mesa y lameme los pies… ¡Vamos!
    
    -Sí, señora… sí… -murmuró el chico mientras sentía que semejante humillación, que sólo le había sido infligida antes por señor Z, lo excitaba aún más.
    
    Sin demora se aplicó a pasar su lengua por ambos pies, desde los dedos hasta los tobillos, con lamidas lentas mientras oía los gemidos de la mujerona, que se movía en su silla presa de un intenso placer.
    
    -Bien, perrito… qué bien lamés… -aprobó Ligia con voz enronquecida por la tensión erótica e inmediatamente ordenó:
    
    -Ahora chupame los dedos… -Alex lo hizo sin vacilar y excitadísimo; primero el pulgar y luego metiéndose, no sin algún esfuerzo, los cinco dedos en su pequeña y redonda boquita. Sorbía con fuerza y los ojos cerrados y al cabo de un momento Ligia sintió que había empezado a mojarse. ...
    ... Entonces pensó en Mara y en las horas calientes que le esperaba con ella y decidió, no sin esfuerzo, dar por terminado el goce que le estaba proporcionando el chico.
    
    -Bueno… basta… ¡basta!... –dijo luego de aclararse la garganta. –Salí de ahí.
    
    Mientras Alex salía de debajo de la mesa se calzó los zapatos y notó que el jovencito jadeaba y tenía las mejillas rojas.
    
    -Ah, ¿te gustó, eh?... Sos perfecto: hermoso como una nena, putito y sumiso, te calientan las nalgadas como las que te dio aquella vez el señor Z y también las humillaciones… Creo que valdrías mucho si decidiera venderte…
    
    La última frase estremeció a Alex, que sin medir el riesgo de volver a insolentarse rogó casi en un grito:
    
    -¡Noooo! ¡Por favor, señora, noooooooooo!...
    
    -Como vuelvas a ladrarme voy a hacer que te arrepientas. –lo amenazó Ligia mordiendo las palabras mientras tomaba a Alex de un brazo para llevarlo hasta el futón, en el que debió tenderse de espaldas y soportar que la matrona lo atara de la misma forma que la noche anterior.
    
    -Hasta luego, putito, volveré con tiempo para prepararte a la espera de esos dos viejos que te van dar verga esta tarde. –se despidió Ligia dejando a Alex sumido en la angustiante desesperación de no poder descargar su calentura.
    
    ………….
    
    Eran las cinco de la tarde cuando Ligia regresó luego de varias horas de placer ardiente junto a Mara, a la que le había prometido un próximo encuentro de a tres con el chico.
    
    Mientras llevaba a Alex desnudo al baño la ...
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