1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (11)


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano derecha hacia el rosado orificio anal de Alex, que presa de la calentura respiraba con algún esfuerzo por la boca.
    
    La verga entró de un solo envión, hasta los huevos, arrancándole al chico un grito de dolor en medio de un corcovo que Ligia controló con firmeza rodeándole las caderas y el vientre con el brazo izquierdo. Una vez que Herminio comenzó a bombear el dolor se fue reduciendo y Alex sintió, una vez más, el goce intenso que le proporcionaba ser penetrado.
    
    Cuando Ligia advirtió que ya no hacía falta sujetar al chico lo liberó y empezó a darle chirlos en las nalgas, lo cual aumentó el placer para el putito, que se deshacía en gemidos.
    
    -¡Sí, señora, sí! ¡eso es! ¡caliéntele el culito! –aprobó Herminio con entusiasmo y aceleró el ritmo de los embates hasta que por fin se derramó en el interior de Alex, retiró su pija entre bufidos y cayó de costado mientras Rogelio se aprestaba a tomar su lugar.
    
    No le concedieron ningún descanso. El chico se había derrumbado en el piso y entre Ligia y Rogelio lo tomaron como si fuera un mero paquete y lo pusieron nuevamente en cuatro patas. A Alex esa conducta de tratarlo como un bulto inanimado lo excitaba ...
    ... todavía más y sólo pensaba en recibir otra verga en su culo de esfínter dilatado por la penetración anterior. Era un putito, era su boca y su culo para tragar vergas y más vergas.
    
    Cuando Ligia le entreabrió las nalgas y Rogelio vio lo abierto que estaba el ano ni siquiera se molestó en ponerse vaselina. Apuntó su verga al orificio y la enterró toda mientras el chico gemía de placer y Ligia se tocaba sobre el vestido sintiendo que su concha era una catarata de flujo.
    
    Caliente como estaba, Rogelio no tardó en acabar y alimentar la calentura del chico con tres chorros de semen, para después echarse de espaldas en el piso, gruñendo como un animal.
    
    Ligia se había manchado la bombacha con sus abundantes flujos y un prolongado orgasmo y tras recuperarse llevó a Alex al baño, donde lo dejó en el piso con las manos atadas en la espalda para evitar que se masturbara.
    
    Cuando regresó después de despedir a las visitas, Alex se empeñó en súplicas para que la matrona le permitiera aliviar tanta tensión sexual, pero Ligia se mostró inflexible:
    
    No, nene, te quiero bien caliente para esta noche, cuando veas cómo esos tres degenerados violan a tu compañerito.
    
    (continuará) 
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