1. En Familia


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Infidelidad Autor: ProblemGirl, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando recién me casé mi esposo, a quien llamare Rúben, me llevaba a comer cada fin de semana con su familia, a mí no me molestaba, al contrario, me gustaba mucho platicar con su familia. Al principio llevaba vestiditos muy frescos y cortitos, pues a mis 23 años eso es lo que se usaba, pero después de un tiempo empecé a sentirme incómoda con la mirada que mi cuñado le daba a mis piernas y a mí escote, así que opte por llevar ropa más discreta, blusas que escondieran mis grandes y redondos senos y jeans que hicieran menos vistoso mi trasero que estaba muy paradito. Después de un tiempo las miradas terminaron así que pensé que tal vez todo había estado en mi imaginación.
    
    Antes de continuar me describiré, soy de mediana estatura, soy morena, tengo el pelo largo y ondulado, y como ya dije mi cuerpo volvería loco a cualquiera.
    
    Un día fuimos a celebrar el cumpleaños de mi marido a la casa de mis suegros, yo me arreglé muchísimo para la ocasión, me puse un vestido color azul, tenía un escote en "V" y estaba algo cortito. Cuando llegamos mi marido se puso a platicar con unos tíos y yo me quedé a platicar con mi suegra, la plática no duró mucho, ya que mi suegra se tuvo que levantar a revisar la comida que había dejado en el horno, después de que se fue mi suegra, mi cuñado se sentó y empezamos a platicar de cosas normales pero luego de un tiempo empecé a notar como miraba mis senos y mis piernas, lo cual ya no me incomodó sino que me divirtió la manera en que trataba de ...
    ... parecer concentrado en lo que le decía pero le era imposible.
    
    Cuando todos los invitados se habían ido, y solo quedábamos: mi marido, mis suegros, mi cuñado y yo, me ofrecí a lavar los platos, mi marido se quedó sentado, junto con mis suegros, platicando en las mesas del jardín, mientras yo estaba en la cocina lavando. Después de un rato siento como unas manos me suben el vestido y empiezan a jugar con la tela de mis bragas, yo pensando que era mi marido me dejé tocar, luego sus manos tomaron las mías y las guiaron a su erección, me sorprendí al notar lo grande que estaba, por lo general no estaba tan enorme. Me di la vuelta para besarlo y cuál fue mi sorpresa, era mi cuñado quien me tocaba, no mi marido. Inmediatamente quité mis manos de su pantalón y le di una bofetada, saliendo muy enojada de la casa. No le dije a mi marido lo que había pasado, me moría de vergüenza.
    
    Los días pasaron, mi marido se fue de viaje por su trabajo y regresaba en unas semanas. Yo aproveché ese tiempo para salir más con mis antiguas amigas de la universidad.
    
    Una noche alguien tocó la puerta y cuando la abrí, era Sergio, mi cuñado; como estaba sola y hacía un calor infernal, sólo estaba vestida con una blusa de tirantes y un short que apenas y tapaba mi trasero, Sergio pasó de mirarme la cara a mirarme todo el cuerpo con lascivia, me dijo que mi marido lo había mandado a recoger unos documentos y que era de suma importancia que se los mandara mañana temprano, yo le creí, se metió a la casa y le ...
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