1. Carla cambió mi vida


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: robertox, Fuente: CuentoRelatos

    ... importó en absoluto, es más, ella quería enseñarme todas las cosas que había aprendido. En definitiva queríamos conocernos ya. Y por eso decidimos que nos podríamos ver en persona ya y hacer nuestros más profundos deseos realidad.
    
    Decidimos vernos en Murcia en una semana, yo al ser de Jaén no tendría muchos problemas para ir allí, así que iría en coche y ya está. Le pregunté dónde nos veríamos y todo eso y me respondió que podía ir a su casa sin problema alguno, ya que su marido estaba de viaje de empresa durante unos días.
    
    Llegó el momento y salí en coche hacia Murcia, recuerdo que durante el camino estaba bastante excitado y entusiasmado a la vez, en algún que otro atasco aprovechaba para meneármela un poco imaginando que lamía su húmedo interior, que besaba sus carnosos labios y acariciaba su pelo negro. Recordaba durante el trayecto las charlas calientes que tuvimos por teléfono mientras nos masturbábamos los dos juntos y decirnos multitud de guarradas. Eso hizo que me parase en una gasolinera y fuese al baño de la misma para pajearme fuertemente y dejarlo todo perdido de semen pensando en Carla.
    
    Después de aliviar un poco mis tensiones reanudé mi viaje hacia Murcia, en concreto mi destino era Beniaján. Una vez llegué allí recorrí la población en busca de su casa y para llegar cuanto antes encendí el GPS y me dirigí allí raudo y veloz. Una vez llegué allí la llamé por teléfono para decirle que estaba delante de su bloque de pisos y que si podía decirme la ...
    ... localización de algún parking cercano. Ella me dijo que no buscase ninguno, que su cochera estaba vacía y podía aparcar allí sin ningún problema, me esperaría en el aparcamiento.
    
    Entré en la cochera y la vi esperando junto a la plaza de aparcamiento: llevaba un pantalón de pitillo ajustado de color negro que hacía resaltar mucho sus piernas, las bonitas curvas que tiene y gracias a ellos su trasero mejoraba aún más si cabe. Llevaba unos pequeños zapatos negros con un tacón grueso y no muy alto (ya que a ella no le gustaba mucho usar tacones altos y delgados) para tener más facilidad para caminar, iba conjuntada con una camisa vaquera azul de mangas largas y llevaba un pequeño escote muy sugerente. El pelo lo tenía apartado en un lado de su bonito cuello, desde luego no aparentaba la edad que tiene, parecía una mujer de mi edad; eso me hizo pensar en la suerte que tenía su marido. Por mí parte yo iba vestido con unos vaqueros, camisa ajustada, unas zapatillas informales e iba afeitado y perfumado ligeramente.
    
    Salí del coche y me dirigí hacia ella, nos recibimos con unos besos en las mejillas y un pequeño abrazo. Pude notar que en persona ella es simpática y muy efusiva, le gusta mucho el contacto con otras personas (o tal vez sólo con quien tiene más confianza), en cualquier caso es un rasgo suyo que me gusta mucho de ella. Me acompañó por la cochera mientras hablábamos de todo un poco y, tras subir por las escaleras hasta el cuarto piso, entré a su casa. Era un apartamento muy ...
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