1. El Baldío y El Mirador. 7ª parte.


    Fecha: 07/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    “Breves e intensos fragmentos de mi adolescencia” Regreso con la secuencia y continuación del relato de la manera siguiente: Las semanas llevaban su correspondiente curso, las visitas de las “diablillas” no fallaban los viernes por la tarde al cuarto, para seguir Jacqueline “la barbi” enseñándole a mi Jenny esos bailables exóticos hawaianos, cuando ellas llegaban yo me salía a la azotea a leer un libro o simplemente a fumar un cigarrillo, recuerdo que me había comprado un termo para café antiguo y siempre tenía agua caliente, el cual me lo llevaba para degustar una taza de aromático soluble sentado en el suelo de esa azotea, a veces hasta ahí me alcanzaba alguna de esas chicas a platicar o simplemente a mostrarse a mi vista, ya que siempre andaban de falditas cortas y ellas de frente a mí, en posición de “flor de loto”, me enseñaban sus interiores de niñas-jovencitas, obvio la vista no la puede uno controlar y la excitación de verlas así, ¡pues la erección llegaba casi al instante!, ellas lo notaban, ya que trataba de acomodarme el paquete a manera que ellas no vieran ese accidente vascular que me permeaba y llegaba, ¡hasta los más finos capilares sanguíneos de mi glande! Una de esas tardes de viernes, mientras estaban “la barbi” y mi Jenny bailando, se salió del cuarto a alcanzarme a la azotea Miriam, a quien se le “antojó” un café de mi termo, el que le serví en un vasito desechable, comenzamos a platicar de que ellas ya no regresarían a esa escuela primaria que ...
    ... observábamos desde la azotea, ya que ya sus padres las habían inscrito al siguiente nivel que era el secundario, pero que estaba muy cerca de la zona y que de todas maneras seguirían viniendo a ver a Jenny y a mí, entre la plática que se daba entre ella y yo, me dice, ¡qué sí podemos ir al baldío un ratito!, ya que andaba algo “nerviosita”, por que vio a sus papás por la mañana que estaban haciéndose el amor y, ¡a ella le dieron ganitas!, ya que su primo tenía semanas que no iba para su casa y no tenía nada de encuentros con él. Le dije que fuera a ver ella al cuarto, ¿y preguntara discretamente cuanto tiempo iban a estar bailando mi Jenny y “la barbi”?, mientras fui al baño a tomar papel sanitario enrollándomelo en la mano y guardándomelo en la bolsa trasera de mi bermuda que ese día llevaba puesta, de regreso me dice, ¡que estarán como una hora más!, entonces le dije que se fuera a ese lugar, mientras yo iba a ver cómo estaban las cosas dentro de ese espacio de bailable momentáneo, entré y me fui a mi bolsa de paramédico para sacar una cajita de preservativos, ya que Miriam ya tenía sus períodos regularmente y no quería problemas, ¡qué por una calentura pronta la fuera yo a embarazar! Así, que la alcancé en el baldío, ella ya estaba en el fondo esperándome sentada en la plancha de concreto que utilicé con Perlita semanas antes, ¡ya la cobija estaba tendida!, me acerqué a ella y comenzamos a besarnos y acariciarnos en ese mudo lugarcito, mis manos recorrían su figura de niña-jovencita, ...
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