El Baldío y El Mirador. 7ª parte. - Relatos Eróticos

El Baldío y El Mirador. 7ª parte.

... en esa plancha, ¡mi pene volvió a alojarse lentamente en su canalito vaginal!, ¡me sorprendía la manera en cómo era recibida mi virilidad en su interior!, de una manera cálida, se ajustaba a mi grosor y perfectamente lubricada, mientras nuestras pelvis se unían en el viaje de entrar y salir de una manera pausada y cuidadosa, ya que por hacerle esos movimientos coitales, ¡al entrar se hundían sus labiecitos y al salir mi glande los jalaba!, era un espectáculo verla, de su flor que en pétalos me arropaba mi capullo, ¡buenos minutos en vaivén le daba!, mientras Miriam emitía gemidos muy suaves, que sólo ella y yo escuchábamos, de momento su vulvita se contraía y se expandía a ritmo muy excitante, lo que advertí, ¡que ella estaba llegando a un orgasmito!, ya que sus piernitas en mis hombros de momento oprimían con fuerza mi cuello, eso bastó para que mis testículos se contrajeran y comenzará la inminente expulsión de mi semen, que en grandes disparos llenaba esa pequeñez, ¡qué penetrada estaba por mí!, de a poco mi erección fue perdiendo fuerza saliéndose lentamente hasta que ella de una contracción final me expulso totalmente, para observar cómo mi torrente eyaculado minutos antes, se venía hacía afuera, mojando el anito tierno de Miriam y a la vez ensuciando esa cobija que le neutralizaba la aspereza a su espaldita del concreto de la plancha. Me di a limpiarme, mientras Miriam se acomodaba su pantaleta que no fue quitada durante esa conjunción de nuestros sexos, sólo se colocó ...

... un paquete completo de kleenex en el puente de la prenda íntima y se reacomodó alisando su ropa correctamente, para salirnos de ahí y pasarnos enfrente, a la entrada del edificio y sentarnos en los escalones de acceso, para esperar a las demás salir, mientras le preguntaba; ¿oye Miriam y por qué no te limpiaste mi yogurt?, >>> a pues, ¡es que quiero llevármelos y sentirme pegajosa de ti!, >>> pero, que no ves que te pueden olfatear en tu casa y te vaya a revisar tu mamá de ahí, >>> no pasa nada a esta hora mi madre anda con sus amigas y llega tarde del café donde va con ellas, >>> ¿pero tu papá se puede dar cuenta?, >>> uy, no cómo crees él no llega hoy a casa, que no ves que tiene otra vieja y se queda los sábados con ella, >>> a, bueno, pero de todas maneras te tienes que asear la “cosita” llegando, y lavas tu calzoncito, no sea que lo vayas a dejar por ahí, y entonces sí, que se te arma la bronca, >>> ja ja ja, ¡ay no, cómo crees tonto!, yo lavo mi ropita interior, bañándome lo lavo no te preocupes, ¡pero déjame que me lleve en mi “conchita” hoy tus espermas!, sip, >>> ok, sí llévatelos, ¡pero no le digas a las demás de nuestras travesuras!, >>> je je je, ¡ya saben que vine al baldío contigo!, >>> ¡mira nada más que cabrona eres mamita!, ya te habías puesto de acuerdo, verdad, >>> sipi, desde ayer lo platicamos, y en un disparejo de monedas les gané a Liliana y a Perla, sino te hubiera tocado alguna de ellas, ¡como ves!, >>> uff, por eso les digo que son unas “diablillas”, ...