El Baldío y El Mirador. 7ª parte.
Fecha: 07/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
... ella igual me jalaba de la cintura a manera de que yo pegara mi masculinidad en su tierna vaginita cubierta por su panty aún infantil, nuestras caricias que nos proporcionábamos en ese momento, comenzaban a excitar a Miriam, ya que el palpitar de su ritmo cardiaco en su pecho lo sentía en el mío, que se confundía también con el galopar rítmico acelerado de mí excitación propia, su blusita rosita de tirantes fue la primera en salir de su torso, luego su brasier se lo destrabe del broche de figura de un osito por la parte del frente, sus pequeñas y boluditas tetitas las fui lengüeteando, hasta posesionarme de sus pezoncitos rosaditos a los que les dediqué muchas chupaditas suaves, tiernas, que la hacían erizar los poros de su piel, ya que hasta se veía que tenía frio. Fui bajando lentamente desde su cuello hasta llegar a su delicada intimidad cubierta aún por su delicada pantaletita, que húmeda marcaba sus labiecillos vaginales externos, ella se hizo a un lado esa prenda femenina, para dar paso a mi lengua que golosamente se ubicó entre esos pliegues, el saborcito de Miriam al igual que las demás eran exquisitos, entre dulces y saladitos, sus aromas de cada una eran muy parecidos, pero distintos a la vez, mi lengua encontró ese botoncito de plataforma sexual y pequeño de ella, al cual le di en círculos y muchas pasadas, hasta hacérselo erectar, el que por esas caricias linguales se le puso tenso saliéndose el sólo de su fundita y mostrándose como una lentejita que palpitaba ...
... frente a mis ojos, me levanté de mi posición, para acomodarme en el ángulo que sus piernitas aperturaban para mí, mientras ella se acomodaba de espaldas sobre la cobija, y a la vez yo desabrochaba y bajaba el zipper de mi bermuda, mi erección estaba a todo lo máximo, me acomodé de pie entre sus piernas y me di a pasar mucha “brochita”, entre la rajita que emanaba escasamente sus propios juguitos vaginales, que juntándose con mi pre-semen era una excelente lubricación de los dos, ¡ella sola alzó sus piernitas a mis hombros!, y me di a penetrar mi pene dentro suyo, ese caminito ya lo había recorrido por algunas ocasiones anteriores en ella, sólo unos instantes breves a manera de sentir la calidez que le obsequiaba a mi hombría, me retiré a ponerme el preservativo, pero ella me jaló y me dijo, ¡no te lo pongas por favor, quiero tu yogurt dentro de mí!, >>> ¡pero mi amor te puedo embarazar!, y eso no tiene que pasar, >>> no te preocupes ayer se me quitó la regla, ¡puedes echármelos adentro!, >>> ¿estás segura de lo que me dices?, >>> sí, no te miento, ¡llénamela como lo has hecho antes, anda!, >>> bueno mamita, ¡sí eso quieres, pues te dejaré mi esperma dentro!, pero llegando a tu casa te aseas, como ya te enseñé a hacerlo con la perilla y le pones un sobrecito de esos rosados que te di, para que no huelas a mi mañana, ok, >>> sí yo lo hago en la noche, lo que tú digas, ¡pero ya métemelo, házmelo por favor! Entré entre esas piernitas macizas a mis hombros, y mientras ella recostada ...