Fin de semana clandestino
Fecha: 07/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: thescreamline, Fuente: CuentoRelatos
... disfrutara tanto de mi cuerpo.
Y Dios, cómo lo estaba gozando yo.
Se tumbó sobre mí como si la vida se le hubiera marchado de pronto, pero no se apresuró en quitar su miembro de mi interior. Nos quedamos así, acostados y besándonos con menos pasión pero igual sentimiento. Valió la pena el viaje, que recién acababa de comenzar.
Un rato más tarde, salió de mi interior, se tumbó hacia un lado y quedó desnudo, mirando el techo de madera de la cabaña.
- Cuando iba a la escuela, unos chicos más grandes me agarraron en el baño del instituto - me comentó, de repente, rompiendo el silencio. - Ellos me llevaron al baño y me... Bueno, me obligaron a hacer cosas. No fueron malos ni agresivos y yo hacía todo lo que ellos me indicaban, así que no me lastimaron. De hecho, la experiencia hasta me gustó, aunque yo sentía que estaba mal. Sabía que algo de eso no estuvo bien y no pude contársela a nadie.
Guardé silencio. Al ver que yo no aportaba nada, continuó.
- Nunca más se volvió a repetir, porque fue a fin del ciclo y eran del último año - afirmó. - Y yo no sabía si ellos me habían elegido a mí o si simplemente fue algo al ...
... azar. Creo que me tenían en vista. Pero a partir de ahí, dejé de hablar con la gente. No sabía cómo podía hablar si esto era lo más importante que me había pasado y yo no podía contárselo a nadie. Con el tiempo, lo fui olvidando...
- Pero seguiste sin hablar - comenté.
- Es raro, ¿no? - admitió, aunque no me parecía raro en lo absoluto. - No sé por qué, pero contigo tengo ganas de hablar. Nunca se lo he contado a nadie.
- Tu vida habrá sido bastante solitaria - dije.
- Fue buena - admitió. - Aunque ahora creo que es mejor.
Sonreímos y nos dimos un beso. No soy psicólogo ni policía ni por supuesto puedo cubrir las fallas de sus padres al no notar que su niño tuvo una transformación, pasando de ser un chico inocente y probablemente alegre, al ser un automarginado social. ¿Cómo es que no lo percibieron? ¿Ni su familia? ¿Ni la institución? ¿Nadie?
- Creo que tenemos que almorzar - dijo, entonces, incorporándose. - Me haré cargo de ello.
Hicimos una lista de compra y lo dejé ir solo a la civilización. Mientras tanto, revisando mis redes sociales, vi que tenía una solicitud de amistad en Facebook.
Continuará...