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Los demonios de Yahir. Aventuras en Monterrey, el regreso de Eduardo Part 1
Fecha: 13/10/2019, Categorías: Gays Autor: Diosdelagua, Fuente: SexoSinTabues
... verdad no sé por qué estoy aquí ¿Puedo preguntarte algo? ¿Por qué llamaste a mi madre para pedirle que viniera?— Traté de sonar lo más maduro posible a pesar de que quería romperle todas sus sillas en la cabeza— Pues porque te echaba de menos, somos primo y eres como mi hermano menor, necesitaba saber de ti y que nos reuniéramos para hacer algo— Un tic nervioso apareció en mi ojo izquierdo, me había traído para “Reunirnos y hacer algo” ¡Reunirnos y hacer algo! Eso era todo, Eduardo seguía igual que siempre, mantenido lo nuestro en las sombras y fingiendo que no existía. — Estoy muy bien, me las he arreglado para que no me falte nada— Dije adoptando una aptitud fría, la que se suponía un joven como yo debía tener para que no se diera cuenta de lo herido que me sentía— ¿Tienes novia?— Mejor pregunta no se le pudo ocurrir— He tenido algunas, pero no me gustan esos temas, me he divertido mucho estos años, después de todo, alguien como yo no puede quedarse solo para siempre pero, es algo en lo que no he tenido buena suerte, debe ser de familia. — Dije acercándome a la ventana y sonriendo al recordar mis años de aventuras. — ¿Por qué hablas así? Suenas. Diferente— Dijo Eduardo sentándose en otra parte de la sala, entonces comencé a caminar hasta estar cerca de él mientras decía— No creo haber cambiado en lo absoluto, soy el mismo de siempre— Dije un poco melancólico— Pero ya hablaremos de mí, quiero saber que ha pasado contigo, la vida de un abogado treintón debe ser muy ...
... emocionante— Sarcasmo, cómo te había extrañado— Pues. Es divertida, es lo que siempre quise hacer, además de que gano muy bien y pude independizarme hace unos años— Mientras Eduardo relataba su vida yo caminaba de un lado a otro como si quisiera demostrar que no me sentía intimidado por nada. Eduardo se pasó la mano por la cara y comenzó a relatar la vez que casi se casa, las tardes de fiestas y de mujeres, sus aventuras, sus experiencias y sus conquistas, por un segundo pensó que aquello me iba a molestar pero no, en lo absoluto, porque desde hace mucho tiempo me había resignado a que él era un completo imbécil y que eso no se le iba a quitar jamás. Eduardo me mostró mi habitación la cual ya conocía por haber estado husmeando, dijo que iba a dormir allí y no sé por qué no me sorprendió el descubrir que no iba a dormir con él y que esa idea ni siquiera le cruzo por la cabeza. ¿Acaso ya no le gustaba? ¿Por qué no quiso besarme? ¿No le resultaba atractivo? Miré a su pantalón y me di cuenta de que estaba erecto entonces ¿Por qué no pasaba nada? Por un segundo mientras acomodaba mis maletas me mareé y sentí como si el edificio estuviese moviéndose, por poco caigo pero Eduardo me sostuvo para evitar que me cayera— ¿Te sientes mal? ¿Te ocurre algo?— Preguntó alarmado— No, estoy bien, es solo que estoy un poco cansando por el viaje— Cuando intenté reponerme no pude y mi cabeza cayó en su hombro, allí traté de recuperar mis fuerzas que al parecer ya estaban regresando, cuando me di cuenta, mi ...