1. Dudas existenciales: Nora se adentra en una nueva aventura


    Fecha: 08/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    ... decía “ves mi fierro” abriéndose la bragueta y dejando visible un pene largo, erecto y medio descapullado.
    
    Entramos en la habitación, notaba mis movimientos mecánicos, tenía que pensar embotada mi cabeza no pensaba de forma lógica, es decir, no controlaba. La habitación constaba de dos camas, un baño y un armario; apestaba a macho y a tabaco rancio, las camas sin hacer, la ropa tirada por el suelo. Víctor con su IPhone en mano, en cuanto vio que no tenía mucha luz encendió la lámpara central y aviso a Tiburcio con un “cuando quieras”. Note la lengua en mi boca al mismo tiempo que me agarraba las nalgas abriéndolas y cerrándolas para que Víctor tuviera un buen primer plano del culo. Notaba la dureza del pene en mi barriga, me babeaba con su lengua toda la cara, podía ver sus jadeos con la boca abierta desdentada; me tiró de los pezones, los succionó de forma sonora y cuando iba a tirar del tanga Víctor exclamo “¡no! ¡Hazle el coño vestida!
    
    Entonces me sentó en la cama, me aparto el tanga y haciendo pinza con los dedos hacía la cámara me abrió los labios vaginales. Metió un dedo, después otro y con expresión de asombro dijo “está chorreando la puta” y con una expresión de perro de presa y mirándome se quitó la ropa. Su pecho era velludo y canoso al igual que sus testículos y su pubis. Me atenazó el cuello y me introdujo todo el calado troncal de su miembro en mi boca. No podía respirar, me entraban arcadas, la volvió a sacar y me la restregó por toda mi cara, era un olor ...
    ... a polla penetrante, me dijo que abriera la boca y me la folló literalmente. Aún jadeante en un momento de respiro que tuve al volver a sacarla se cogió sus peludos testículos y me los hizo succionar.
    
    Se regodeaba en ello mirando a cámara entre jadeos y ojos rojo sangre. Miró a Víctor y dijo “¡ahora le trabajaré el coño! Me tumbó en la cama y me levanto las piernas cogiéndome de los tobillos hasta arriba del todo, En esa posición y balanceando mis piernas como si fueran las varillas de mando de un aparato mecánico me balanceo al mismo tiempo que me comía coño culo en los vaivenes. Mojé, mojé mucho, era una sensación placentera, sucia y cutre al mismo tiempo, pero quedo la evidencia que estaba sobreexcitada. ¡Y sí! Pedí polla desesperada,
    
    —¡Fóllame cabrón! ¡Dame polla! ¡Puto viejo de mierda! ¡Víctor, quiero la tuya! —dije deseosa.
    
    —¡Suplícala! ¡Pídela como una puta, di que eres una puta! —contesto Tiburcio.
    
    —¡No tendrás la mía, solo te queda la opción de la suya. ¡Pídela como te han dicho! —dijo Víctor.
    
    —¡Soy una puta! ¡Quiero que me folles, puto viejo!
    
    Con arrojo y pundonor Tiburcio me penetro de una tacada sonora, mis piernas estaban sobre sus hombros, notaba su aliento en mi cara, arqueaba sus nalgas en repetidos bombeos, se enderezo y apoyando sus manos firmes sobre la cama empezó adentros y afueras enérgicos, en cada mete saca se oía el golpeteo de sus embestidas; mi coño chapoteaba de forma sonora.
    
    —¡Toma fierro puta! ¡Toma, toma y toma!
    
    —¡Sí, así, ...
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