1. El JUEGO con mi cuñada nalgona


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... de ella, su culito ya pegaba en mi pene que se empezaba a poner duro. Se lo repegué y ella no se movió, le dije: - Pues señálame cuál, dime cuál. - La de hasta arriba. Comenzó a señalar y a tratar de levantarse sobre las puntas de su pies ya que no alcanzaba lo que señalaba, moviendo sus nalgas arriba y abajo contra mi verga, se sentía delicioso. Yo me hacía wey y le decía: - ¿Cuál? - ¡La de arriba! ¡la de allá! Como su torso se inclinaba hacia adelante para apuntar paraba más sus nalgotas y seguía moviéndose arriba-abajo, en ese momento volteé a ver como su rico culo envuelto en sus mallas de colores se frotaba y se hundía en mi pantalón de vestir café, y mi pene erecto dirigido hacia un lado apretado por esa deliciosa redondez se movía a su ritmo. Eso me excitó aún más y a punto estuve de abrazarla, besarla y manosearla cuando en eso se escuchó: - ¡Jenny, tu hijo te busca! “¡PUTA MADRE!” pensé, era su esposo, ella se quitó y salió del cuarto diciendo: - Bueno, mejor luego buscamos. ¡Rayos!, me quedé solo, triste, abandonado, y con la verga parada. Ese día ya no hubo oportunidad de estar con ella, ni hablar, pero al menos la grata experiencia me quedó. Se llegó a dar la misma situación una segunda vez en otra reunión, entramos al “cuarto de tiliches” y seguíamos “buscando”, en esa ocasión traía ropa más floja, una de esas prendas de una pieza estilo suelto con pantalón que creo les llaman “palazzos” o algo así, en lo personal nunca me han gustado como se ven esas madres ...
    ... pero a muchas chicas les gusta usarlos y como yo no se nada de moda pues ni hablar, igual su culo se iba a sentir bien. En esa ocasión, ya teniéndola adelante de mi repegando sus nalgas, la tomé de la cintura y le “ayudaba” a tratar de levantarse para que señalara lo que quería que encontrara; ahora sí se veía descarado, parecía que me la estaba cogiendo por detrás sobre la ropa sujetándola de la cintura moviéndola hacía arriba y abajo. De repente la abrazo del todo por detrás, me la pego completamente a todo mi cuerpo y la empiezo a besar en el cuello. Creo que se asustó (si, en serio, se asustó, ya ni la chinga ¿verdad?) y se sacó casi de inmediato, no armó escándalo pero se me separó y dijo: - ¡Ay Dani!, tranquilo. Y salió sin decir más, en serio, EN SERIO que estaba sólo JUGANDO. No me quejaba del todo, aunque me dejaba prendido, los “fajes” (“fajar” es un término que significa besarse, acariciarse y manosearse apasionadamente sin llegar al sexo como tal) me encantaban, así que pensé: “pues tendrá que ser lo que ella permita, igual con sentir su culote me conformo”. Y se da una tercera vez, esa vez traía unos leggins ajustadísimos blancos, ustedes saben que el blanco suele remarcar aún más la figura de una mujer, y así fue con ella, se me hizo más deliciosa aún. En esa reunión casi desde el principio la vi de lejos y le hizo un gesto con la mirada señalándole la dirección del cuarto, ella hizo esa sonrisa pequeña pero pícara. Se me acerca y me dice: - Dani, ¿vamos a ver si ...
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