Tatiana Cap I. Juegos Lujuriosos
Fecha: 20/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Primer capítulo de la serie Tatiana. Esta editado según publicación formal del sitio de relatos de Dantes. Lo vuelvo a publicar para que hagan memoria ya que la fecha de publicación del capítulo II se acerca. Para los antiguos espero disfruten releyéndolo y para los nuevos espero disfruten descubriendo esta serie. TATIANA CAPÍTULO 1 TATI El vapor inundaba la sala de baño y los espejos llevaban largo rato empañados cuando Tatiana decidió que el nivel de agua de la tina era el adecuado y la temperatura suficientemente alta. Se metió lentamente, se sumergió hasta el cuello y se relajó durante unos minutos, disfrutando el escozor que le provocaba ese baño de espuma caliente. Sintió el ambiente frio cuando saco sus tonificadas piernas para poder alcanzarlas con la esponja de baño. Se inclinó ligeramente sobre un costado para acicalar sus glúteos, parando la cola y abriendo sus nalgas para permitir que el agua y sus delicados movimientos asearan lo más íntimo de su ser. Por último, se preparó para masajear sus hinchados y adoloridos pechos. Estaban enormes y muy sensibles; la piel, tensada a más no poder, paraba sus rosados pezones, convirtiéndolos en suculentos biberones para su pequeño Benjamín. Era su primer bebé, y había cumplido ya los siete meses. Al principio le encantaba tomar pecho, y el doctor había felicitado a Tatiana por eso, diciéndole que era bueno para la salud del niño. Sin embargo, había introducido variaciones en su alimentación: además de la lactancia, le había ...
... prescrito también batidos y jugos. La consecuencia había sido que la leche de la madre no tenía la misma demanda de antes y se acumulaba en sus pechos, hinchándolos casi a reventar. Tatiana no sabía si era normal o no, pero le dolían y la avergonzaban, pues si antes eran bastante generosos, ahora se habían convertido en un par de enormes melones coronados por dos pezones endurecidos y siempre erectos, ansiosos de liberar el sagrado fluido alimenticio. Pedro, su cariñoso marido, le había comprado un extractor de leche para tratar de ayudarla, pero ella no había podido hacerlo funcionar, y temía confesárselo y pedirle ayuda, pues no quería parecerle incapaz de entender cómo se manejaba. Desde muy joven, Tatiana supo que era bella. Su familia y sus amigos no cesaban de decírselo. Era alta, rubia, y cuando niña su belleza le había granjeado el cariño de todos. Pero al llegar a la adolescencia, se dio cuenta de que ser hermosa podía provocar consecuencias bastante adversas. Sus amigas empezaron a alejarse de ella, pues cada chico que les gustaba terminaba enamorándose de Tatiana. Y su madre, temerosa de que quedara encinta y arruinara su juventud, le había inculcado desde muy temprana edad que los hombres estaban reservados para después del matrimonio. Eso la impulsó a distanciarse también de sus amigos, ya que todos terminaban pretendiendo de ella algo más que amistad. Encontrándose sola, se dedicó a hacer ejercicio para matar el tiempo. Le encantaba salir en bicicleta y recorrer ...