1. Patas arriba (XIII): Esqueletos en el armario


    Fecha: 21/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... segundo nuestra relación, que alguien te diga que te ama con esa intensidad te hace sentir único y hace que el universo sea un lugar pequeño para todo el amor que despierta.
    
    Como hacíamos desde que empezó el calor, dormiríamos desnudos, aún con el ventilador hace demasiado calor, por lo que sólo usábamos una fina sábana, en caso que alguien tuviera que entrar sin avisar no nos vieran en pelotas, pero la demás ropa la eliminamos del todo, así que mi Ricar se terminó de desnudar y se metió a la cama también, yo esperaba que Ricar me abrazara para dormirnos como hacíamos cada día, pero él lo que hizo fue besarme y buscar mi pene con su mano, bien sé yo que le gusta jugar porque sabe que siempre termino pidiéndole que me penetre, me encanta sentirle dentro y después de todo lo que hemos pasado, creo que necesitamos los dos expresar amor más que con palabras, así que le dejé hacer.
    
    Ricar conoce cada recoveco de mi cuerpo y sabe calentarme, así que un par de besos y algunas caricias después, mi pene estaba a punto de estallar, aunque yo lo que quería era que me hiciera suyo, yo quería volver a sentir su pene dentro de mí, que me hiciera gemir de amor, que tuviera que suspirar su nombre del amor que siento, ser uno nuevamente.
    
    Ricardo
    
    Amo el pene de mi chico, es delicioso, dulce, además, hay algo en él, como en todo mi Vanya que desborda ternura, así que si algo disfruto es comiéndolo y eso hice, me lo metí a la boca, lo saboreé, gocé de su sabor, lo acaricié con mi ...
    ... lengua, lo metía hasta mi garganta y luego lo sacaba para pasar la punta de mi lengua por el glande. No tuve que repetir muchas veces el ciclo para que Vanya me dijera que estaba a punto de correrse, así que me detuve y lo dejé que me comiera la polla, cosa que hace de maravilla, pero esta vez lo dejé terminar, no tengo pensado penetrarlo hoy, le daré algo nuevo para que se le borren esas dudas tontas de su bello corazón.
    
    Mi Vanya se bebió mi semen y me miraba, como esperando qué haría yo, suponía que me comería su pene hasta beber su néctar, pero lo sorprendí cuando simplemente le ofrecí mi culito, él no esperaba que hubiera nada más que unas mamadas y ahora se daba cuenta de mis intenciones, pero como le gusta comerme el culito tanto como a mí me gusta el suyo, obedeció sin rechistar y no paró hasta que mi ano estuvo completamente dilatado y lubricado con su saliva.
    
    - ¿De veras...? -me preguntó.
    
    Por toda respuesta, tomé su pene, duro como roca, y lo llevé hacia mi esfínter abierto y él hizo lo que tenía que hacer, lo introdujo suavemente, con amor, aunque eso no hizo que doliera menos, pero debo admitir que con dolor y todo, la sensación es maravillosa, es el sentirme totalmente suyo, tan suyo que está literalmente dentro de mí, esa sensación de total entrega y confianza, lo amo tanto que lo dejo entrar en mí, sé que no me dañará, sé que me ama.
    
    Tuve que hacerlo, necesitaba besarle, así que lo hice inclinarse sobre mí, nos besamos y él terminó dentro de mí, nos ...
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