Mi nombre es Marlene y tengo un pequeño secreto…
Fecha: 30/10/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Marlene.munoz.r, Fuente: CuentoRelatos
... baño y tomé la ducha casi a fuerzas. Empecé a calmarme y a querer no pensar en nada. No quería pensar en mi vecino, ese hombre tímido de manos grandes y al que le sonrojaba. No quería pensar en su mirada cuando me viera atravesar el patio vestida con poca ropa. No quería pensar en que sus grandes manos me tomaban por la espalda de la cintura… ¿Que estaba haciendo, porque no puedo contener pensamientos así? Será porque esas fantasías estaban cerca de ser realidad y eso es lo que realmente me excitaba.
Salí de la ducha, me tumbé en la cama y cerré los ojos…
…
Me despertó escuchar pasos en la escalera de metal que da a mi departamento, vi el reloj y había dormido mucho, estaba algo obscuro. Me asomé, todavía con la toalla enrollada y el cabello húmedo, recorriendo un poco la cortina y vi que mi vecino a pasos lentos y como sin hacer ruido pegaba su cara a la puerta como para escuchar si estaba en casa.
El cosquilleo en mi vientre se convirtió en una excitación total. Imagine dos cosas, abrir la puerta y hacerme la sorprendida o vestirme para él.
Fui a la habitación y elegí el primer atuendo, recorrí un poco las cortinas de la ventana hacia la entrada de mi departamento, dejando la cortina transparente entre ellas corrida, y un pequeño espacio para ver, encendí la luz y la radio. En la entrada al departamento, solté las toallas mientras imaginaba que él pudiera estarme viendo justo ahora. Omití el sostén, me vestí con la blusa larga gris, el cabello húmedo aun y ...
... solo pinté mis labios de rojo. Me puse los tacones y tomé mi bolsa. Apagué la luz y la radio, justo en ese momento vi la sombra de su cabeza y hombros. Estaba intentando espiarme y me estremecí. Escuche como de tres pasos subió por las escaleras al patio.
Admito que estaba más que excitada.
Me vi en el espejo antes de salir y lucía tierna y radiante.
Abrí la puerta de un golpe. Caminé por las escaleras y solté las llaves a propósito, me agache por ellas y vi que mi vecino caminaba hacia los tanques de gas rápidamente, como para que no lo viera.
Las luces del patio estaban apagadas, caminé despacio hacia los tanques de gas y mientras lo hacía, no dejaba de pensar en él y si vería que algún bulto delataría su excitación o mejor aún: ¿lo sorprendería masturbándose? Llegué a los tanques y lo vi moviendo su tanque de gas, me vio y se puso nervioso, pero vi como sus ojos apuntaron directamente a mis piernas, para después comerme con la mirada. Estaba algo obscuro también ahí.
- ¡Vecino! Buenas noches, ¿como esta?
Me acerqué a él para besar su mejilla, esta vez lo besé despacio y, con mi rodilla como pretexto de ponerme de puntas para alcanzarlo, me percaté que tenía una erección entre piernas. Me retire de un paso hacia atrás rápidamente.
- ¡Ahora Usted se quedó sin gas eh! ¿Hay algo en que pueda ayudarle?
Él no me decía nada.
- Bueno, he venido a cerrar mi tanque. Tengo que cuidar el consumo de gas. – Suspiré.
Le pasé de costado y me agaché, poniéndome ...