4 paredes, Mariela y yo
Fecha: 31/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: IMen4You, Fuente: CuentoRelatos
... observo me pregunto que si estaba aburrido, le dije que no pero que no sabía que opinar ya que la charla era de mujeres, se rieron y ella me preguntó que si quería bailar. Le dije que no que estaba bien, pero entonces sus amigas se pararon y me hicieron ir a bailar. Mariela hizo pareja conmigo y sus amigas entre ellas. La música comenzó con su género reggaetón y como sabrán, las mujeres se prestan para ese baile. Mariela comenzaba a tomarme de las manos, y a ratos se acercaba a mí y con la misma se alejaba. Su amiga se daba vuelta con su otra amiga y comenzaba a mover su trasero pegada a su amiga. Mariela sólo se reía y su amiga le decía, ¿Por qué no lo haces también si te gusta bailarlo? Ella sólo me observo como apenada, pensaría que por saber de su edad diría que era algo ridículo verla así. Le dije que no hay problema, que venimos a divertirnos y a pasarla bien. Le gustó mi comentario a lo cual se dio la vuelta y se apegó un poco a mí. Pude sentir su trasero frotándose entre el medio de mis piernas, cosa que en lo absoluto me agradó, ya con unas cuantas copas cualquier tipo de caricia en esa zona, no tardaría en responder de inmediato, pero me pude contener. Ella no sentía pena alguna al parecer y seguía bailando. Llevaba un vestido negro corto, con un escote no tan demostrativo pero si podría uno apreciar parte de sus pechos. Cada movimiento que hacia su vestido se levantaba un poco más y más, pero ella se lo bajaba y sus amigas solo se reían. El baile continuó y ella ...
... seguía pegando su trasero en mí, cada vez era un poco más intenso. Como les comenté, ya con unas copas es algo inevitable no tener una reacción con algún roce, y con esos roces de ella hacia a mí, no pude evitar tener una erección. Ella seguía moviéndose y yo trataba de que no lo notara. Tomó mis manos y me las colocó en su cadera, y ella se echó totalmente hacia atrás. No pude ocultar más y fue entonces cuando pudo sentir mi erección, se quedó quieta pegada a mí y volteó a verme con ojos de sorprendida. Yo apenado solo le pedí disculpas, y ella sólo sonrío y dijo que estaba bien, que si quería nos fuéramos a sentar. Le respondí con la cabeza un sí. Me dirigí al baño de inmediato en lo que ella se iba a la mesa seguida por sus amigas. Me calmé un poco y sólo me reía por lo tonto que debí verme. Salí y caminé hacia la mesa. Al llegar sus amigas se pararon para ir al sanitario. Mariela se quedó y yo me senté, y me dijo ¡Salud! Le respondí de la misma forma, me decía “Ya no tengas pena, pena debo tener yo por andar bailando esas cosas a mi edad”
Le dije que tampoco tuviera pena, muchos del bar darían lo que fuera por estar en mi lugar, sólo que ellos no se quitarían y correrían como yo. Ella soltó una carcajada mientras le bebía a su trago, a lo cual dejo caer parte de su bebida en su frente. “Mira hasta el trago me haces soltar muchachito” - “Lo siento, lo siento” Sólo le respondí.
Tomó unas servilletas y comenzó a secar su vestido. Lo increíble fue cuando comenzó a secar ...