1. Buena Vecina para los Okupas


    Fecha: 02/11/2019, Categorías: Hardcore, Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... No, gracias.— Como algún día se entere de que vienes a quitar polvo…— Si se entera no estaré haciendo nada malo, pero prefiero evitarlo –le respondió, dejando entrever que no admitiría ningún tipo de chantaje al respecto. El okupa pareció entenderlo al instante, aunque optó por callarse.— ¿Entonces cuando vendrás?— Por la tarde. Y te recuerdo que aunque me estés pagando por esto el acuerdo es que no hagáis ruido por la noche. Eso incluye poner porno a todo volumen.El hijo mayor de Brandon se cruzó de brazos y sonrió, columpiando su silla sobre las dos patas traseras.— ¿Te m*****a? A mí tampoco es que me guste oírte follar y quedarme a dos velas.— Pues bús**te una novia, guapo. Yo estoy casada.— Si no estuvieses casada… ¿Habría alguna posibilidad?— No voy a responder a eso –Andrea se echó a reír, un tanto acalorada. ``Sí, sin duda tendrías muchas posibilidades´´ se dijo para sus adentros.— ¿Por qué no? Solo es una pregunta. No es que vayas a engañar a tu marido por contestarme.— No es que me vaya a divorciar mañana, así que da igual.— Dímelo. Quiero saber si tendría posibilidades con una madurita tan sexy como tú.— Hmmm… Quizá –se limitó a responder, girando sobre sí misma y dirigiéndose a su casa. No vio sonreír de manera pícara a Sergio, que se quedó sentado en la silla.— Te espero sobre las cuatro, pica cuando ya estés vestida y lista para el polvo –No obtuvo respuesta, y al instante se cerró la puerta de la calle con un pequeño portazo.*** Día 13: Rollito de ...
    ... primavera***Tras comer con su hijo, este se encerró en la habitación y prácticamente no volvió a salir. Cuando fueron las cuatro de la tarde y tras echarse un rato para tomar la siesta, suspiró hondo y se puso los pantalones tejanos con aquella camisa blanca abotonada. No quiso pensar nada al dejarse los tres botones de arriba sin unir, permitiendo a cualquiera frente a ella verle el escote. No se despidió de su hijo, simplemente agarró las llaves de su casa y el móvil antes de salir al rellano y picar a la puerta vecina con los nudillos.— Uff… Me empieza a gustar ese uniforme –La vista de Sergio estaba clavada en el pecho de Andrea, y sin dar ninguna explicación llevó su mano hasta los senos de la recién llegada para colocarle entre las tetas dos billetes: Uno de veinte y otro de cinco enrollados sobre sí mismos.— ¿No podías dármelo en la mano?— Con ese escotazo no. Quédate el cambio –replicó riendo-. Pasa. Tú misma: La casa es al revés que la vuestra, así que ya sabrás donde está la galería. Allí tienes la escoba, el recogedor, la aspiradora y bolsas de basura. Los trapos y todo eso que usáis las chachas está ahí también.— ¿Las chachas? –inquirió ella llevándose el dinero al bolsillo trasero. Se tuvo que morder la lengua para no darse media vuelta y largarse.— Lo he dicho con cariño, mujer –se disculpó con simpatía-. Cualquier cosa me avisas, que estaré en mi habitación con mi hermano. Empiezas a las cuatro… -ojeó la hora en su móvil-, pues te tienes que ir a las siete.— A esa hora suele ...
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