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Butaterm: calienta, pero no quema
Fecha: 10/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... podemos seguir viéndonos y follando como hasta ahora. Me quedo tan cortado que no sé qué decir. Beatriz se viste, me da un beso en los labios y se marcha a su casa sin que yo logre reaccionar. Como el lunes siguiente debo salir de viaje a Marruecos, durante un tiempo no nos vemos y apenas puedo hablar con Bea llamándola al trabajo, lo que no ofrece mucha intimidad; poco más que hola, qué tal y adiós. A mi vuelta pasan las semanas sin que nos veamos más que a la hora del café y sin que quedemos para nada. Un día me dice por teléfono que se ha reconciliado con su marido y que van a intentar tener un hijo, de lo cual me alegro. Poco a poco vamos perdiendo trato y confianza, hasta que Bea, embarazadísima de gemelos, deja la empresa y tras el parto abre, junto con una de sus hermanas, una tienda de lencería de señoras en un centro comercial de uno de los nuevos barrios del norte de Madrid. Yo he vuelto a misgintonics en el bar de Nela (otra vez es mi amiga quien calma mis ganas de sexo) y a visitar de vez en cuando la sala de masajes de Lin y sus manos maravillosas. Me comentan algunas compañeras que la tienda de Bea ha tenido mucho éxito porque la ropa interior de mujer que venden es bonita, barata y muy excitante. Han inaugurado otras dos en sendos centros comerciales.