1. Nace una perra


    Fecha: 11/11/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cerrados me dejaba hacer y le comía la boca mientras mis manos no paraban quietas pasando de su culo, firme, prieto y redondo, a sus abdominales. Le revolvía el pelo y cogía su cabeza entre mis manos.
    
    Empezó a desabrocharme los botones y me sacó la parte de arriba. Se quedó contemplando mis tetas embobado, sonriendo como quien abre un regalo largo tiempo deseado. El envoltorio era un conjunto semitransparente con los bordes en negro que enmarcaba mis pechos y hacía que mis pezones resaltaran más.
    
    -Son preciosas, qué ganas tenía de poder tenerlas delante de mi. Las fotos que me has mandado donde se te marcan los pezones a través de la camiseta las tengo grabadas en mi cabeza.
    
    -Es mi turno-dije mientras me lo comía con los ojos. Este jersey…¡fuera!.
    
    Llevaba camisa, le quedaba como un guante. Hizo además de soltarse él los botones - Le di un manotazo. - No sabes cuánto me pone ir desabrochándote los botones uno a uno, que sepas que esto va a ser algo que sólo te voy a hacer yo.
    
    Una vez acabé con el último pude contemplar ese cuerpo que me aparecía en las fotos y me había estado mojando día tras día. Pasé mis uñas por su pecho, enredando mis dedos en sus pelos y arañando ligeramente su piel, sintiendo las formas de sus músculos.
    
    -No puedo resistir más sin tocarte las tetas. Me llaman.- dijo mientras miraba fijamente mis globos.
    
    Podéis pensar que con los años que tengo ya me habrían tocado las tetas de todas las maneras posibles, pero la primera sorprendida ...
    ... fui yo, porque la manera en que me cogió los pechos fue exactamente como siempre había deseado, una mezcla de sensualidad, firmeza y cariño. Mis tetas entraban perfectamente en el hueco de su mano, pero no hacía fuerza, sólo las sopesaba haciendo sentir una ligera presión que hizo que mis pezones se pusieran en guardia.
    
    - Esto nos son pezones, son pitones. Me pone ver cómo se endurecen cuando te toco, y el color de tu piel y la aureloa mmmm color canela.- para acto seguido empezar a lamerlos por encima del sujetador.- Y tu piel caliente, buf ¡cómo me gusta!
    
    Yo estaba en la gloria. Me derrite que me coman las tetas, que jueguen con mis pezones y él lo estaba haciendo de una manera increíble. Estuvo unos 5 minutos jugando con ellas; ahora mordía, ahora pellizcaba, ahora lamía el contorno. Siempre con la presión justa para no cruzar la línea que separa el placer del dolor. Paró para soltarme la falda.
    
    -Este culo es impresionante. Mira qué volumen, qué duro lo tienes y esa rajita entre los cachetes es que me pone todo burro- mientras decía esto, no dejaba de sobarme y pasar sus dedos por la raja de mi culo por encima del tanga.
    
    Su excitación era muy evidente. Yo tenía mi particular regalo delante de mi y todavía no lo había desenvuelto. Mirándole a los ojos me agaché y empecé a soltar los botones de su pantalón hasta que apareció su slip a punto de reventar. ¡ Qué polla tenía ! la punta se le salía por el lateral, literalmente no le cabía. Nunca había sido de medir ni ...
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