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Nace una perra
Fecha: 11/11/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pensar en cifras, pero en ese momento fue algo que tuve que apuntar mentalmente para hacerlo en otra ocasión. No había follado con él y estaba pensando en una próxima vez. Mi cuerpo traicionaba a mi mente cautelosa. Si sabía usar esa herramienta, desde luego que iba a ser muy divertido. -¿Qué es esto?- pregunté con voz melosa a la par que recorría su falo con la palma de mi mano por encima de la tela. -Tu premio-me dijo mientras suspiraba. No sé quién de los dos tenía más ganas. Agarré el borde de su ropa interior y tiré hacia abajo para dejar al descubierto una barra de carne con las venas marcadas cimbreando frente a mi cara. -Madre mía Beni, ¿qué es esto que tienes aquí? -Todavía puede crecer un poco más- No puede ser, pensé. A ver si va a ser verdad que no me va a caber. En ese momento ya no solo pensaba en mi boca, sino en mi coño encharcado.- Por cierto-tenía la sonrisa provocadora en su cara- ¿qué sabor quieres? Hay fresa, menta, vainilla o chocolate…quizás pruebes varios hoy jejeje. Con esa verga delante de mi no estaba para pensar en sabores, así que dije lo primero que me vino a la cabeza -Vainilla. Tras colocarle el preservativo empecé a lamer la cabeza, jugando con mi lengua con la piel de su escroto mientras mi mano derecha la agarraba por la base, consiguiendo cerrarla a duras penas en torno a ella. Haciendo un rápido cálculo me di cuenta de que mis dos manos puestas una tras otra no eran capaces de cubrir toda la longitud de esa ...
... polla. -Oh….sí. ¡Qué bien lo haces! ¡cómo me gusta! eres una mamadora de primera, ufff qué placer me estás dando.- no era solo lo que decía, es que se notaba que era así por cómo estaba creciendo su polla en mi boca. Me dejé llevar. Cerré los ojos y me olvidé de todo salvo de esa polla descomunal. La lamía, la recorría con mi lengua, la meneaba con mi mano, me pegaba pollazos en mi cara…estaba ida. -Ven, levanta y túmbate en la cama- su voz me devolvió a la realidad- y vamos a quitarnos la poca ropa que nos queda, quiero sentir tu piel contra la mía. Me tumbé y en vez de ponerse sobre mi, acarició mi cuerpo empezando por el cuello y bajando lentamente, rozando levemente el contorno de mis tetas, deteniéndose en mis pezones para ir bajando hacia mi ombligo. -Ahh…. se me está poniendo la piel de gallina.- dije yo. No me habían acariciado así, con esa dedicación y conocimiento de mis puntos débiles nunca. Me retorcía con la sensación. Sus manos llegaron a las inmediaciones de mi coño, que para entonces era una piscina de lo empapado que lo tenía, pero en vez de tocármelo, me separó las piernas y jugó alrededor de él. Cuando pensaba que me iba a dejar ansiando su contacto, sentí su lengua jugar con mis labios mayores. -Mmmmm síííííí….qué placer, sigue no pares- el cabrón de él me estaba mordisqueando los labios y lo alternaba con lametones en mi clítoris. No pude evitar cogerle la cabeza para que metiera lo máximo posible su lengua.-¡me estás matando cabrón!. ...