1. Emilio (Una noche en Jaén)


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Sin saber porqué, el recuerdo de sus abuelos estaba muy presente últimamente. En especial, el de su abuelo Marcos.
    
    Ahora vivía en un pueblo de Madrid con su madre. Pero eso era algo que no le importaba en absoluto.
    
    Ni le daba... ni le quitaba.
    
    Fue a ver a Agustín, que nunca le negaba nada y le pidió dinero para ir a San José. Y, sin decirle nada a Lola, preparó su mochila y salió a la carretera.
    
    Enseguida le paró un camión que iba a Motril; a Tobías no se le escapaba un joven como Emilio, ni en broma.
    
    - ¿A dónde vas?
    
    - A Almería
    
    - Yo bajo hasta Motril, pero... te puedo dejar a la entrada de Granada, ¿si te viene bien?...
    
    - ¡Gracias!… me viene fenomenal.
    
    Subió a la cabina y miró a Tobías detenidamente...
    
    Luego, se puso a mirar por la ventanilla. Estaba empezando a llover.
    
    El camionero arrancó y continuó a lo suyo…
    
    Durante un buen rato, no se dijeron nada. Llovía con bastante fuerza y Tobias no podía quitarle ojo a la carretera. Pero en cuanto pasaron Despeñaperros, atacó.
    
    - ¡Bueno! ¿Y tú?… ¿como es que haces autoestop para bajar a Almeria?
    
    - Quiero ver a mi abuelo, que está muy mayor. Y no quiero que se me muera sin verlo.
    
    - ¿Tu abuelo?…
    
    … ya, pero ¿no te da un poco de reparo? Últimamente no se puede uno fiar de nadie.
    
    - De ti si me fío, dijo Emilio; y volvió a mirarle fijamente
    
    - A Tobías le sorprendió esa mirada que tanta seguridad reflejaba y tan bien rematada estaba con esa sonrisa. Ahora se sentía cómplice de no sabía ...
    ... qué…
    
    - ¿Como te llamas?
    
    - Emilio
    
    - ¡Encantadado, Emilio!… ¡es un placer!
    
    - ¡El placer es mío!… ¿y tu?
    
    - Tobías
    
    Y así, fue surgiendo una conversación que resultó muy amena, hasta llegar a Jaén
    
    - La verdad, es que estoy bastante cansado. No me atrevo a continuar hasta Granada sin parar unas horas. ¿Te importa si paro aquí, dos o tres horas, y nos damos una vuelta por la ciudad?
    
    - ¡No, no!... ¡para nada!… yo también tengo ganas de estirar las piernas.
    
    Como eran las 20:40, Emilio le dijo a Tobías, que porqué no buscaban un sitio para pasar la noche.
    
    - ¿O, tienes que seguir luego?... Si quieres me quedo contigo hasta mañana.
    
    Tobías hizo como que lo pensaba y volvieron al camión para ir a una pensión que el conocía.
    
    Un señor que parecía extranjero les atendió.
    
    - ¿Necesitamos una habitación para dos personas?
    
    - Si es para una noche, nos queda una, con una cama grande. ¿Si les vale?
    
    - Nos vale, dijo Tobías
    
    - Son 60€, por adelantado
    
    Tobías le pagó y se quedó con el número de la habitación. Luego llegó el chico que les llevaría el equipaje...
    
    - ¿No traen equipaje?
    
    - Si, una mochila.
    
    Les enseñó la habitación y les gustó bastante. La cama era grande y muy cómoda.
    
    Salieron a dar una vuelta y...
    
    - Te voy a llevar a un sitio que conozco, que te va a gustar.
    
    La cerveza es buenísima, ¡ya verás!… y siempre va con su tapa. Y así, cenamos de una vez ¿no?, dijo Tobías
    
    - ¡Perfecto!, dijo Emilio.
    
    El chiringuito parecía una ...
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