1. Emilio (Una noche en Jaén)


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... mas, y bien pegaditos. Pero ellos continuaban absortos en su juego y no se daban cuenta que ahora había dos personas nuevas introduciéndose en el, poco a poco, y sin darles la posibilidad de que pudieran rechazarles.
    
    Si, Emilio había sentido una mano que sabía como tocar un buen culo. Y sabía que no podía ser la de Tobías. Porque esa la estaba viendo. Estaba ocupada, masturbándole suavemente. Pero, no le importaba de quién pudiera ser, porque el juego le gustaba...
    
    De repente, Tobías levantó la mirada y se dio cuenta de la situación; y acercándose a Emilio le dijo al oído:
    
    - Hay dos tipos que quieren jugar con nosotros ¿les dejamos?, o ¿no?
    
    - Si tu quieres… por mi no hay problema. Saben lo que se hacen.
    
    Tobías se apartó un poquito y levantó la camisa de Emilio, que le cubría el culo...
    
    - ¡Si gustan!… y le tocó un ratito, relamiéndose, mientras les miraba a la cara
    
    El mas atrevido, metió su mano y lo rodeó, para tocarle el vientre y sentir esos pelillos tan suaves que bordeaban su ombligo. Y mientras, le arrimaba la cebolleta.
    
    Emilio no opuso la más mínima resistencia, todo lo contrario, sacó el culo para sentir bien ese buen rabo.
    
    Luego subió con su mano hasta llegar a uno de los pezones; y empezó a jugar con el, pellizcándole, mientras miraba al otro diciéndole
    
    - ¡Está que cruje!
    
    Y aunque el establecimiento estaba bastante lleno, necesitaban organizarse. No podían desperdiciar esta oportunidad.
    
    Con el camarero, alertaron a los demás para ...
    ... que, de alguna manera impidieran que la gente del local pudiera darse cuenta de lo que tenían a su disposición.
    
    Al camarero el chico le gustó, nada mas verlo, y se había dado cuenta de lo que pasaba. Lo tenía claro. El no iba a ser menos.
    
    Poco a poco, fueron dejando la partida; y levantándose para colocarse estratégicamente. Logrando ocultar a la vista de cualquier curioso, lo que allí pasaba.
    
    Discretamente, Tobías, se había agachado para chuparle la polla a Emilio; mientras el tipo mas atrevido se la restregaba por el culo, sin ningún pudor
    
    El no perdía la compostura y, aparentemente, estaba tomando cerveza mientras comía patatas al alioli. La gente no podía darse cuenta del jaleillo que había en ese rincón. Porque era la zona mas densa del local y solo se podían ver las cabezas.
    
    De modo que, los protas, seguían tranquilos... y a su rollo.
    
    El camarero, que había salido de la barra, llamó al chico de la cocina para que atendiera él, se introdujo en el grupo que rodeaba a Emilio y le dijo al tipo que se la estaba restregando, que le bajara los pantalones un poquito, para poder verlo...
    
    Y así lo hizo…
    
    Y, como todos querían tocárselo se armó cierto revuelo. Esto, no le gustó nada a Emilio, que se recompuso y se metió en el servicio.
    
    Detrás de el, entró Tobías y después el tipo ese, el más atrevido.
    
    El camarero, se quedó pendiente de la puerta, cuidando que nadie más entrara.
    
    Y en ese rincón todo volvió a ser calma y tranquilidad, como antes. Al ...