1. El semental de confianza II


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Hetero Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... 18 años del muchacho se reflejaban en su vigoroso y desmedido empuje. Ana tragaba el pene del Choro con algo más de facilidad que el de su padre, no era tan monstruoso, pero, aun así, enorme, casi el doble de Eduardo. Lo doblaba hacia abajo con algo de fuerza y lo disfrutaba más, pero a la mejor relajación de sus músculos bucales, haciéndola subir la cabeza un poco más para adaptarse a su forma.
    
    El muchacho no podía contenerse más y sentía la urgente necesidad de acabar. La sensación lo estaba matando, al recordar la manera en que su padre se vino en esa misma boca la tarde anterior y la forma en que ella lo disfrutó. Venirse en la boca de una mujer era un tema sensible, según sabía, pero ya tenía que acabar, a escasos minutos de que la señora se la estuviera mamando.
    
    “¡Dámela!”, alcanzó a decir Ana.
    
    “¡Ah, ¡Ah!, ¡Ah, Ayyyyyyy!” gritó el muchacho, inundando la boca de la señora que lo aguardaba con ansias, igual que su padre, una cantidad exagerada que le salió por los lados de la boca. El Choro quería sacar su pene de la boca para terminar fuera de ella, pero Ana se la atrapó con los dientes, acentuando más su poderosa y abundante eyaculación, manchando su blanco atuendo y su bella cara cuando ella no pudo tragarse todo el semen del adolescente.
    
    Ana se sentó sobre sus piernas, limpiando con sus manos el desastre que hizo el impetuoso muchacho. “Ve por papel al baño”, le pidió ella. El joven, torpemente, trató de caminar con sus pantalones abajo, pero casi se ...
    ... caía. “Iré yo”, le dijo. El Choro le vio la cara hecha un desastre con su semen, mientras ella la limpiaba con sus dedos y lo devoraba.
    
    Ana regresó y lo limpió. “Sabe delicioso, más suavecito que el de tu papá”, le dijo sonriente. El Choro, ya relejado de la calentura experimentada, sintiendo un agradable dolor de relajación en sus testículos y la parte baja de su estómago, pero con su pene aún erecto, contempló su bella cara manchada con su semen que no se había quitado cuando fue por el papel. Después se limpió su cara y lo besó en la mejilla. El percibió en ella el olor de su semen.
    
    El muchacho se sintió orgulloso de su hazaña y se moría por contarle a su padre, aunque aún era temprano y seguramente habría algunas sorpresas más. Subestimaba a Ana.
    
    **********************
    
    La señora Patricia mamaba con avidez el pene de Ramón mientras él se encontraba recargado en la cabecera de la gigantesca cama, acariciando su hermosa cabellera, mientras ella levantaba sus bellas piernas.
    
    Como su hermosa hija, Patricia estaba poseída por el monumental miembro del albañil. Era tan suya como él quisiera.
    
    Patricia se incorporó y gateó hasta su pecho, besándolo con increíble pasión. “Sabes a verga”, le dijo Ramón, tal y como le decía a su hija Ana. Al igual, la bella señora se rió, tomó su pene y se lo metió en la vagina, gritando de placer.
    
    Ramón no pudo sino comparar a la hija con la madre al sentirla totalmente penetrada: se sentían igual, aunque la vagina de la señora ...
«12...121314...23»