Rebelde Natalia
Fecha: 25/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ansiosa que llegara la gran ocasión.
Era sábado por la noche en el Alexis. Llegaron a mis oídos las primeras notas pinchadas por Sebas, y yo, entre nerviosa y emocionada, comenzé a rapear poniendo el alma en cada verso. En la sala habría unas cincuenta personas, es decir, la clientela habitual más los colegas. Llevaba una escotada camiseta de tirantes que me llegaba por el ombligo, luciendo así mis tatuajes en el brazo y riñones. También llevaba unos ajustados pantalones deportivos negros que marcan a la perfección mi redondo trasero y mis bien formadas piernas. La verdad es que por la cara que ponían algunos tíos estoy segura que se fijaban más en mis curvas que en mis canciones, pero me daba igual, me lo estaba pasando en grande y lo cierto es que me excitaba un poco esto de "exhibirme" en público.
El concierto havía acabado y estábamos mi grupo de amigos celebrándolo por todo lo alto con cervezas y algún que otro porro. De vez en cuando se acercaba algún moscón intentando ligar conmigo, pero esa noche pasaba de historias, me lo quería pasar bien entre colegas y despachaba a los que se acercaban con la misma lengua larga con la que improviso los versos de mis canciones. Pero de repente llegó alguien a quién no podía mandar a la mierda: Julián Carmona.Tiene unos cincuenta años, es alto, corpachón y algo barrigudo. Lleva barba de dos días y tiene el pelo cano y muy corto. Como la música estaba muy alta, me cogió de un brazo y se acercó a mi oído para hablarme:
- ...
... Hola Natalia, te ha gustado cantar aquí?- Me dijo con una voz ronca y el aliento apestando a wiskhy.
- Ha estado genial, de verdad. - Le respondí con una sonrisa de compromiso.
- Me alegro mucho. Montar esto ha sido iniciativa mía (su mano ya estaba en mi hombro), creo que hay que apoyar a los artistas del barrio, no crees?
- Claro, claro, eso está muy bien.
- Pero hay un problema, cuando cantabas estaba atendiendo unos asuntos y no he podido escucharte. Te quería pedir si serías tan amable de cantar al menos una canción para mí. Hay una pequeño salón en el piso de arriba donde no nos molestará el ruido.
Esa petición me havía dejado un poco perpleja y dudé a la hora de responder. No me hacía nada de gracia interrumpir la fiesta con mis amigos y menos para cantarle en privado a ese tío. Pero por otra parte tampoco quería parecer borde ni desagradecida y accedí a su demanda. Entramos en una habitación amueblada con un sofá, una mesa y un mueblebar. Carmona se sirvió un wiskhy y me dio otro para mí.
- No, gracias, no me gusta- Le dije.
- Vamos nena, pruébalo, es añejo y del bueno- Me respondió guiñándome el ojo.
Acepté para no discutir y le dí algunos sorbos. La verdad es que estava bueno. Después sacó una bolsita con coca e hizo varias rayas en la mesa.
- Seguro que con esto cantas mejor, o tampoco te gusta?- me preguntó con cierto sarcasmo.
- Sí que me gusta- Me estava jodiendo ese trato paternal, y para no parecer una cría me metí dos rayas del ...