Rebelde Natalia
Fecha: 25/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mí.
Me incliné hacia delante y me quede recostada contra su pecho, exhausta.
-Qué bien follas, Natalia, eres una zorra de primera, y además cantante, jajaja- Me dijo susurrando mientras acariciaba mi cabeza recostada en su hombro.
Había tenido suficiente. Ahora veía más claro que había llegado demasiado lejos con un tipo como Carmona, y aunque yo también había disfrutado creí que ya era hora de irse. Me levanté y me agaché para recoger mi ropa y vestirme, cuando el brazo fuerte de Carmona atenazó mi cintura y me dijo con su típico sarcasmo:
- ¿ A dónde va nuestra cantante putita? ¿es que no vas a hacer ningún bis?
- Déjame ir, mis amigos me están esperando- Le respondí.
Ignorando lo que le había dicho, me llevó casi en volandas hasta la mesa que había en la habitación, y cogiéndome de las manos me recostó en ella, quedando mi culo a su merced.
- Pero Natalia, cariño, si ahora viene lo mejor.- Y mientras me decía esto acariciaba mi ano con su dedo pulgar.
Aquello no me gustaba nada. Era virgen por detrás, y la enorme polla de ese tío auguraba un dolor insufrible. Pero, tenía alguna posibilidad de marcharme?. Un dedo se iba introduciendo ya poco a poco en mi ano. Si aquello ya me estaba doliendo no quería ni imaginar lo que vendría después. Pero una vez más me armé de valor y para nada estaba dispuesta a parecer una víctima ante nadie. Me apoyé bien en la mesa, separé las piernas y saqué bien ese precioso culo para que Carmona me lo petara.
Cuando me ...
... hubo dilatado un poco el ano y lubrificado con saliva, puso su gordo capullo en la entrada de mi ano, y empezó a a penentrar lentamente pero sin pausa. Yo apretaba los dientes y reprimía mi gritos de dolor, que no pasaron inadvertidos a Carmona.
- Te duele Natalia? Hoy vas a salir de aquí hecha una mujercita!- y palmeó dos veces mi culo.
Casi tanto como el dolor físico, me jodía muchísimo ese trato de fuerte a débil, y con lágrimas cayéndome por las mejillas eché para atrás mi culo hasta meterme todo el cipote de Carmona, que cogiéndome bien de la cintura empezó a bambolearse. Pese al intenso dolor intentava acompañar sus moviminetos, y llevé mi mano hasta el clítoris para procurarme algo de placer.
- Toma, zorra, toma, que culo tan bonito y apretadito tienes! y te lo estoy reventando yo, puta!
Sus embestidas cada vez eran más fuertes y rápidas, intentaba que mis gritos de dolor parecieran gemidos, pero por dentro rezaba para que aquéllo acabara pronto. Carmona no paraba de insultarme y repetir como gozava reventándome el culo, mientras sobaba mis doloridas tetas y masajeaba mis nalgas. Después de un buen rato de salvajes embestidas, en las que creía que me iba a partir en dos, Carmona, asiéndome bien de la cintura, descargó su semen en el único agujero que le quedava, mientras vociferava con su voz ronca.
- Me corro Natalia!! toma! toma!, aaaaaaaaaahh!!, te gusta tanto como a mí, zorra!?
Se separó de mí dándome un par de cachetes en el culo, y yo me quedé ...