El Demonio de mi Hijo
Fecha: 12/12/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... seguido los dedos se metieron de nuevo.Lucas los movía adelante y atrás al tiempo que también me frotaban el clítoris. Esperarían que yo sintiera “algo” pero sinceramente no sentí nada, el asco y la repugnancia que me daba lo que me estaban haciendo padre e hijo me insensibilizó de alguna manera. Como no paraba de chillar desesperadamente el cerdo de mi marido aconsejó a su hijo que me metiera un dedo por el culo. Me callé al instante nada más oírlo pero así y todo un dedo me traspaso el esfínter colándose entero dentro de mi ano.La verdad es que era m*****o, no doloroso, seguramente porque mi hijo se había ensalivado antes el dedo pero ante todo me resultaba repugnante por la humillación. De repente Mariano dejó de hacer presión contra mi estómago por lo que pude respirar tratando de coger el máximo de aire que me iba a hacer falta para lo que escuché.—¡Vamos, métesela ya! —le animó su padre.—¡Lucas no le hagas caso a tu padre! —le ordené.—¡A la mierda tus ordenes! Te voy a joder hasta que me harte mamá.La situación aberrante me atenazaba pero intenté defenderme antes de que ya no hubiera remedio, entonces poca cosa podría hacer salvo someterme. Es lo malo que tenemos las mujeres, una vez que el hombre nos “engancha” ya no hay vuelta atrás.Lucas cumplió su amenaza penetrándome la vagina de un solo empujón. Me hizo daño. Seguía sin estar preparada, además su pene era más grueso que el de su padre, aunque eso sí, no me quejé para no darles esa satisfacción.Mi hijo se quedó ...
... quieto, saboreando su triunfo. Luego me la sacó y me la metió hasta el fondo varias veces más, después me levantó las piernas apoyando mis tobillos sobre sus hombros y empezó a follarme. Lo hacía despacio, saboreando cada milímetro de mi vagina porque el psicópata de su padre así se lo pedía. El coito se prolongó bastante tiempo, más de lo que recordaba con mi marido dejándome casi a merced del orgasmo, pero Lucas no pudo seguir aguantando, se detuvo jadeando y bufando por lo que imaginé que se estaba corriendo.—Si te vas a correr hazlo dentro. —dijo su padre, cosa que me sorprendió.Ante eso Lucas reanudó el coito embistiéndome como una bestia.—¡Dale fuerte! ¡así, métesela hasta el fondo! —le animaba su padre.Resultaba muy humillante para mí tener a mi hijo dentro de mis entrañas, además era doloroso, pues podía sentir la punta de su pene muy adentro. Le supliqué que no empujara tan fuerte pero no me hizo ni caso, es más, viendo que me hacía dañó empujó con más ahínco para que siguiera quejándome. De pronto dio un fuerte empujón me agarró con fuerza las caderas y se quedó quieto, resoplando al tiempo que se apretaba contra mi pubis.Ahora sí que sí pensé aliviada y de repente me quedé atónita. ¡Estaba sintiendo las contracciones de su pene al correrse! Para mí era inaudito, tan inaudito que yo también me corrí clavando las uñas en los costados de mi marido. El constante palpitar del pene de mi hijo me demostraba que su corrida era enorme comparada con las de su padre, es más, ...