1. El Demonio de mi Hijo


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... 16 años camino de 17? Mi primera intención fue entrar y armarle una buena pero mi marido me detuvo diciéndome que era mejor esperar a que terminaran, tampoco hacían nada malo. No estaba de acuerdo pero accedí a esperar. Me tuve que llevar a mi marido casi arrastras pues el muy pervertido quería quedarse mirando como follaba su hijo a la chica esa.Nada más entrar en nuestra habitación Mariano empezó a meterme mano de lo excitado que estaba, yo no pude responderle de la misma forma. Estaba cansada pero sobre todo alterada por tener a una extraña en mi casa. Se mosqueó conmigo y para que no se enfadase le propuse masturbarle.Conozco bien a mi marido así que le di el tratamiento que se merecía para contentarle. Primero me desnudé yo quedándome sólo en ropa interior, luego le desnudé a él dejando que me besara el cuello y me apretara los pechos. Puesto de pie ante la cama le hice apoyar la planta de un pie sobre el colchón, de esta manera yo tenía acceso total a su sexo. Le agarré el escroto con una mano y con cuidado estiré hacia abajo al tiempo que le sobaba todo el pene por lo que él empezó a jadear.Mientras le masturbaba Mariano se puso muy pesado. El muy basto me insistió en que le enseñara el coño pero me negué. Tampoco quise enseñarle mis tetas. Si al menos me lo hubiera pedido con educación y ternura a lo mejor se lo hubiera enseñado, así que le dije que me dejara en paz y se estuviera quieto para que le pudiera masturbar. Al cabo de cinco minutos se corrió echándome ...
    ... tres chorritos de lefa en las manos.Me metí en el baño cerrando la puerta tras de mí y me senté en la taza del váter para hacer pis. Mientras esperaba a que me entraran las ganas de orinar, pensé en coger un poco de papel higiénico para limpiarme las manos pero mi mente me jugó una mala pasada. Imaginé la escena de mi hijo encima de esa chica, moviéndose despacio a la vez que su pene grande y gordo entraba una y otra vez en su vagina, al tiempo que ella enroscaba sus torneadas piernas en torno a las caderas de mi hijo gimiendo despacito mientras le sentía en sus entrañas.Todo eso me provocó tal calentura que sin darme cuenta empecé a tocarme el sexo. Me acaricié por encima del capuchón del clítoris, sin llegar a tocarlo. Tenía las manos pringosas por lo que imaginé que era la lefa de mi hijo en vez de la de su padre. Me puse frenética en pocos minutos por lo que me empecé a frotar directamente el clítoris con una mano y con la otra metiéndome los dedos en la vagina hasta que me llegó el orgasmo. Tuve tal explosión de placer que me quedé como atontada unos minutos envuelta en escalofríos y convulsiones, luego fue como si despertara de golpe a la realidad y me quedé mirando cómo me meaba las manos sin reaccionar a quitarlas.Cuando salí del baño vi que Mariano dormía bocarriba y desnudo sobre la cama. Su pene goteaba un poco de semen, como no acostumbra a lavarse después de eyacular me levanté y fui al váter a por un poco de papel higiénico con el que limpié su pene, lo tenía tan ...
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