La historia de Malena 14
Fecha: 15/12/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... costumbre es más fuerte que la consciencia.
Hice una especie de toalla sanitaria con una servilleta y me la aferré con las pantaleticas que realmente no podían sostenerla bien.
Hicimos el recorrido de regreso de la misma forma, medio corriendo, agarrados de la mano y afrontando cocineros y camareros burlones.
Desembocamos en el salón con nuestras caras de pecadores ante la vista de todos los que nos quisieron mirar, pues las luces estaban encendidas.
TERCER ACTO: FIN DE LA FIESTA…ME VOY PARA OTRA FIESTA
Gonzalo salió a auxiliarme –se lo agradeceré hasta que muera- y me preguntó en voz alta, para que los que estaban a nuestro alrededor lo oyeran claramente:
–Malena, y entonces ¿qué respuesta te dio el jefe de cocina?
Por un momento quedé cortada, sin habla, sin entender. Solo fue breve fracción de tiempo.
–Ya están buscando más camarones para hacer la salsa, señor Gonzalo, entonces, muy subrepticiamente, se interpuso entre Felipe -que acababa de soltarme la mano apenas- y yo.
Me pasó su brazo sobre el hombro y me apartó de la gente que ya había perdido el interés en nosotros.
Me dijo al oído: -Anda al baño y te lavas la cara y todo lo demás, tienes facha de venir de fornicar. Ya Leonardo llegó, lo están reteniendo por orden mía pues está celoso de Felipe por los chismes que ya le contaron. Si te pregunta, estabas cumpliendo una orden mía en las cocinas, yo lo corroboraré. ¡Ah! Y sobre todo, ponte tus zapatos.
Entonces me di cuenta que estaba ...
... descalza. Así, y con mi mejor porte real, me dirigí al baño de damas.
Ya repuesta, lavada y perfumada retorné al foso de los leones.
Leonardo me puso cierto grado demala cara, pero, utilicé el medio defensivo más antiguo y productivo para una situación como esa: Puse una cara peor y lo regañé:
-¿Cómo es posible que te dejes llevar por chismes? -Sino confías en mí, me avisas. –Haciéndome pasar penas delante de toda esta gentuza. – ¡Qué riñones los tuyos! Celarme con un tipo, que me cae tan mal, por lo petulante y engreído que es, ¿Y qué? ¿Qué quisieras que hubiera hecho? Que me insubordinara…El señor Gonzalo me indicó que dejara la repelencia con el tipo –que ya era demasiado notoria y no era conveniente para sus planes-…entonces yo, para demostrarle ami jefe, que no pondría más mala cara y que estaba dispuesta a sacrificarme por el bien de la sucursal… bailé unas piezas con él y lo otro fue casualidad: habiéndome enviado el señor Gonzalo –en mi calidad de organizadora de la fiesta- a la cocina a averiguar acerca de una salsa para complacer quién sabe a quién, me tropecé con él a la salida de las cocinas -por mi abrupta manera de salir de ellas- y como iba a caerme, el idiota ese, me tomó de la mano para que no resbalara…porque andaba sin zapatos… Pregúntale al Señor Gonzalo, entonces, ya que no sé cuándo perdí mi credibilidad contigo.
Acto seguido volteé la cabeza con tal ímpetu que mi crineja lo golpeó: estaba orgullosa de mí misma: “tremenda actriz”
-¿Y tus ...