1. Capitulo 7


    Fecha: 16/12/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Sexo con Maduras Autor: siervamadura, Fuente: xHamster

    ... “Qué le pasa a este? Dijo con voz ronca y la boca llena. Era una persona desagradable, la grasa del bocadillo, le caía por el mentón. Le dijeron que era un ratero de mierda. El que me había detenido, me sacó las esposas. Y se puso delante de mí “Qué has hecho con la cartera?” Dos tortazos muy rápidos, uno con cada mano, me hizo tambalear. “Quítate toda la ropa” pensé que poco tenia que quitarme, pero lo hice. Me saqué la camiseta y luego el pantalón. El que me había puesto las esposas se echó a reír, “Mirarlo, no lleva ni braguitas, a ver si es una nena” el gordo de la mesa “Y encima va todo depiladito”. Me miraban y se reían burlándose. “Mirar qué pollita más arrugada” Estaba completamente avergonzado. “Date la vuelta, inclínate y ábrete el culo, rápido” Obedecí. “Ábrelo más. Mirar, me lo imaginaba, hasta el culo depilado. Venga, ponte recto y ven aquí”. Nunca me había visto en esta situación, completamente desnudo en una habitación sin muebles y con tres hombres mirándome y burlándose. Me sentía muy mal. El del bigote, se me puso delante. “Venga di donde está mi cartera y acabamos pronto”. Con voz llorosa repetí que no sabía nada de eso. Casi no terminé de hablar. Otras dos tortas muy fuertes, me tiraron contra la pared. Se volvió hacia el gordo. “ Oye burro, inténtalo tú “ Le llamaban burro cualquiera sabe porque “Dejármelo un momento a mí” dijo el gordo del bocadillo. Se levantó de la mesa y vino caminando pesadamente, Era asqueroso. La barriga, enorme le colgaba por ...
    ... encima del pantalón corto. Enormemente peludo, parecía un oso. Me puso una mano sucia de grasa en el cuello y parte de la nuca. Movía los dedos acariciándome. “ Verdad que ya te acuerdas?”. Desesperado y con voz llorosa, repetí que no sabía nada. Me apretó el cuello y con la mano que tenía libre, me dio un puñetazo en la barriga que me dobló. Me cogió de una oreja y retorciéndola me levantó. Me puse a chillar del daño. Apenas estuve en pie, me lanzó otro puñetazo en el mismo sitio, que dio conmigo en el suelo encogido. Se agachó y me sujetó con las uñas negras, los pezones y se puso a tirar hacia arriba. “Venga, cabrón, sube”. Me levantó poniéndome de pie entre mis gemidos y lloros “Más, sube más” Me decía tirando hacia arriba. Me puso de puntillas. El dolor era insoportable, Me soltó de golpe y me quedé encogido tapándome los pezones. “Seguir vosotros. Voy a comerme otro bocadillo. Esto me abre el apetito”. A estas alturas tenía el cerebro ardiendo de pensar dónde estaría. Llegué a la conclusión de era un centro de interrogatorio de la secreta o algo así. El que me había detenido me dijo “Ponte contra la pared. Apoya las manos en ella. Pon los pies hacia atrás. Separa las piernas” Obedecí asustado esperando tembloroso lo que me harían. Salió de la habitación y regresó a los dos minutos. Miré de reojo y ví que llevaba en la mano, una pala de madera, gruesa y larga. Se puso detrás de mí, y descargó un golpe en el culo, que dolió mucho. Me dio una serie de golpes. A cada golpe, yo, ...
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