1. Campamento - Parte 4


    Fecha: 24/12/2019, Categorías: Voyerismo Autor: johna.2012, Fuente: CuentoRelatos

    ... culo y gracias a ti ahora tengo fotos para poder masturbarme cuando quiera sin tener ensuciarme acostándome con un cabro.
    
    Me quedé helado cuando escuché sus palabras, sin saber cómo reaccionar.
    
    ¿De qué estaba hablando? ¿Por qué decía todo eso? ¿En verdad todo fue mentira? ¿Sólo quería sexo conmigo?
    
    ―Esto es una broma, ¿verdad?
    
    ―No, claro que no. Y ya tuve suficiente de ti, no quiero que te me vuelvas a acercar. Sí intentas algo les enviaré a todos las fotos de tu culo para que vean lo perra que eres.
    
    Sin esperar respuesta de mi parte, Cristian salió del baño azotando la puerta, dejándome petrificado, sin poder moverme, sin poder hablar.
    
    El dolor en mi estómago se hizo más y más fuerte hasta hacerme sentir enfermo.
    
    Con lágrimas en los ojos me encerré en uno de los cubículos del baño a llorar, destrozado por todo lo que Cristian me había dicho.
    
    ¿Cómo había sido capaz? ¿Por qué había jugado así conmigo?
    
    Entonces mi celular volvió a sonar.
    
    < Hola, pequeño. ¿Cómo va la escuela? >, escribió Raúl.
    
    < Me siento fatal >, contesté, sin poder contener las lágrimas < Cristian jugó conmigo, sólo quería tirar >, continué escribiendo, mencionándole el nombre de Cristian por primera vez a Raúl.
    
    < Lo lamento mucho, pequeño >, escribió de inmediato, con un ...
    ... emoticón de carita triste.
    
    < No sé qué hacer…. Me siento muy mal >, volví a escribir, desfogando toda mi frustración con él.
    
    < ¿Quieres que hablemos en persona? ¿Por qué no vienes a verme? Hoy no iré a trabajar. Si desea podemos conversar >
    
    En otro momento hubiera rechazado su invitación de inmediato, ya que apenas si lo conocía y además me doblaba la edad, pero me sentía tan mal en ese momento que no tuve la cabeza para pensarlo bien o las ganas para negarme.
    
    < Está bien, ¿Puedo ir ahora? No quiero estar más aquí. Inventaré una excusa para salirme >, dije, completamente decidido.
    
    < Claro que sí, pequeño. Ya sabes donde vivo. Departamento 1202. Me mensajeas para abrirte la puerta >
    
    < Ya, gracias. Llegaré en menos de media hora >, contesté y luego guardé mi celular, me sequé las lágrimas y salí del baño como alma que lleva el diablo.
    
    Salir del colegio fue más fácil de lo que esperaba, tal vez demasiado fácil.
    
    Con las rodillas temblando de nerviosismo me paré frente a la entrada del edificio donde vivía Raúl y sin pensarlo mucho presioné el botón 1202.
    
    ―Soy yo ―dije y de inmediato la puerta automática se abrió.
    
    ―Adelante ―se escuchó una voz profunda y suave.
    
    Con paso vacilante entré en el edificio y la puerta se cerró pesadamente detrás de mí. 
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