1. Campamento - Parte 4


    Fecha: 24/12/2019, Categorías: Voyerismo Autor: johna.2012, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejó de hablarme… y no sé porque >
    
    < No te preocupes, ya te hablara. Seguro se quedó dormido o algo así>
    
    Mi preocupación aumentaba con el paso del tiempo. Ya había pasado casi una hora desde el último mensaje que me mandó Cristian y ni señales de él.
    
    < ¿Aún nada? >, preguntó Raúl luego de un momento de silencio.
    
    < No, estoy preocupado >, contesté.
    
    < Tranquilo, no le debe haber pasado nada malo, ya verás que mañana te contesta. Ya debes dormir, debes estar cansadito >
    
    La forma en la que Raúl me hablaba me hacía sentir bien, era como si supiera exactamente que decir para hacerme sentir cómodo y tranquilo.
    
    <Sí, tienes razón >, contesté <, ya iré a dormir. Gracias por escucharme>
    
    <Es un placer, pequeño >, dijo y aquel apodo hizo que me sonrojara un poco.
    
    <¿Hablamos mañana?>
    
    < Por supuesto. Aquí estaré para ti cuando quieras >
    
    < Gracias, buenas noches >
    
    < Buenas noches, pequeño >
    
    Gracias a las palabras de Raúl ya no me sentía tan desesperado como al principio y luego de un buen rato dando vueltas por fin pude dormir.
    
    Un mensaje de Raúl fue lo primero que vi cuando me desperté al día siguiente
    
    < Buenos días, pequeño. Espero tengas un excelente día >
    
    Debido a que ya me encontraba tarde, no tuve tiempo para responderle el mensaje. Apenas si me alcanzó el tiempo para arreglarme y salir corriendo al colegio, con la esperanza de ver a Cristian y saber que había sucedido la noche anterior, pero sobretodo comprobar que se encontraba ...
    ... bien.
    
    ―¡Jordán! ¿Has visto a Cristian? ―pregunté apenas vi a mi amigo.
    
    ―Hey… sí, lo acabo de ver entrando al baño, ¿Por qué? ¿Qué pasó? ―contestó él, pero apenas supe dónde estaba Cristian, salí corriendo y dejé a mi amigo con la palabra en la boca.
    
    Todo agitado entré al baño y allí estaba, lavándose la cara.
    
    ―¡Hey! ¿Qué pasó contigo? ¿Estás bien? ―pregunté preocupado y luego me acerqué para abrazarlo, pero él me detuvo a medio camino.
    
    ―Estoy bien ―contestó seco―, me quedé dormido anoche.
    
    ―¿Te quedaste dormido? ¿Cómo pudiste quedarte dormido tan rápido?
    
    ―Ya te dije, me quedé dormido ―respondió, alzando un poco la voz.
    
    Mi cuerpo se estremeció al escucharlo hablarme de esa forma. Nunca había usado ese tono de voz conmigo, ni siquiera antes, cuando éramos solo amigos.
    
    ―¿Qué te sucede? ¿Pasó algo? ―pregunté preocupado, intentando acércame a él nuevamente.
    
    ―Adrián ―dijo luego, mirándome serio, como nunca lo había hecho ―. No puedo seguir haciendo esto… La verdad es que no soy gay… yo… sólo quería tirar contigo porque tienes mejor culo que una flaca.
    
    Sus palabras hicieron que mi estómago se retorciera. ¿De qué estaba hablando?
    
    ―Sí… Tienes un culo muy rico, por eso te la metí varias veces, es difícil resistirse a un culo como el tuyo ―continuó y su rostro estaba rojo, aunque no sabía porque.
    
    ―¿Estás hablando en serio?
    
    ―Claro que sí ―contestó con firmeza ―. Lo de ayer fue muy rico, pero ya me cansé de tirarme a un maricón. Ya tuve suficiente de tu ...