Lo que pasa en un autobús
Fecha: 25/12/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues
... podía contemplar su espléndida anatomía. Su cuerpo era perfecto, recorrido por unas sensuales curvas que le conferían una erótica figura. Se apartó los mechones de largo y liso pelo negro, dejando al descubierto su perfecta delantera. Eran unas tetas redondas y firmes, grandes y turgentes, provistas de un pezón pequeño pero puntiagudo. Su vientre era plano y sus caderas, pronunciadas. Sus piernas eran largas y estilizadas, aunque se notaban también musculadas. De hecho, la chica poseía un cuerpo bastante atlético. Era evidente que debía de hacer mucho ejercicio. Mi vista recorrió ese maravilloso monumento que era su cuerpo hasta que acabó posándose en su entrepierna. Tan solo se adivinaba más que una mera línea de vello púbico oscuro y se podían ver sus labios mayores de la vagina, claramente abiertos y ansiosos por devorar una buena polla. Eso también percibía en sus recelosos ojos. Sin perder más tiempo, se colocó encima de mí y agarró mi bien duro y largo mástil, el cual, no tardó en meterse dentro. Muy pronto, me vi rodeado por la húmeda calidez de su coñito que además, para sorpresa mía, estaba apretado. No es que fuera estrecho, pero se ajustaba a la perfección al tamaño del miembro. Pude ver como sus ojos se tornaban en blanco al tiempo que una expresión de excitación se formaba en su cara. Le gustaba sentir mi dura barra de carne en su interior. De esa forma, comenzó a moverse, siendo atravesada por mi polla. Yo sentía el recorrido de mi miembro por su fluido ...
... conducto vaginal con bastante facilidad. La chica arreció con sus movimientos, notando como cerraba sus ojitos y emitía fuertes gemidos. Llevé mis manos hasta sus apetitosos senos y pellizqué sus pezones, añadiendo más placer al evento. Poco a poco, la situación se volvió más intensa. Me incorporé y besé sus tetas, chupando y lamiendo sus duros pezones para a continuación, besarla en su boca. De repente, se puso tensa y emitió un fuerte grito. Estaba teniendo un buen orgasmo, algo que pude notar mejor por las contracciones que sentía en mi envuelto pene. Pero aquello no había hecho más que empezar. Agarrándola con fuerza de sus majestuosas nalgas, inicié un movimiento hacia delante y atrás, deslizando mi polla con mejor fluidez por todo su coño al tiempo que yo alzaba mis caderas para clavarla mejor. Cada estocada hacía que ella emitiese un agónico grito. Yo no paraba de moverme, buscando que ella se corriera de forma rápida. Sentía mi cuerpo recorrido por copiosas gotas de sudor y como mi corazón parecía a punto de estallar por los fuertes latidos que emitía. La besaba por todos lados. Cara, cuello, orejas. Nada escapaba a mis labios y lengua. Sus tetas botaban contra mi pecho y mi entrepierna estaba mojada por los fluidos expulsados. Se corrió otra vez, temblando de la excitación que la recorría. Y yo, no iba a tardar en seguirla. Me recosté de nuevo sobre la cama y pude contemplar como ella seguía moviéndose desatada, como si estuviera envuelta en una salvaje danza. Se movía de ...