1. Mi mujer ideal


    Fecha: 25/12/2019, Categorías: Confesiones Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus pechos hermosos y blancos, deseaban ser besados con mucho amor y cuidado para arrancarle gritos de placer y locura que hacía tiempo no tenía.
    
    —Despacio Jorgito que me duelen un poco, me decía refiriéndose a sus pechos bien crecidos y de areolas estiradas que se preparaban para amamantar
    
    —_aaaaaggg Jorge noooooo aaaayyyyy
    
    —Tranquila Julia, relajate, disfruta de mi pija, le susurraba al oído
    
    —Aaaaauuhh aaaayy que lindo sos, quiero que seas mi amor secreto si?
    
    —Si amor seré lo que tú quieras, es la primera vez que quiero a alguien así
    
    Sus acabadas eran preciosas y su piel era tan suave que cuando la tocaba me estremecía todo el cuerpo, cuando quise cambiarla de posición abrí la puerta y le di lugar para que se pusiera en cuatro. Vi su vagina enrojecida por el rose de nuestras carnes y me vinieron unas ganas terribles de llenarla de leche. Entonces la monte y la empecé a coger muy suavemente para no perjudicarla hasta que llego mi momento y pude invadir sus entrañas con mi jugo de amor que brotaba como un manantial dentro de su vagina.
    
    Después de aquel hermoso acto como dos amantes furtivos me la empezó a besar y chupar con una delicadeza y una suavidad increíble, eso me excitaba hasta la locura mientras yo acariciaba su cuerpo que sin pensarlo había sido mío y estaba muy feliz por eso.
    
    Al verlo parado de nuevo se sentó dándome la espalda y se tiro hacia adelante para que viera su vulva como se estiraba y contraía con los movimientos hasta que en ...
    ... breves minutos logro sacarme la leche que me quedaba. Después si nos quedamos desnudos, acariciándonos con la única compañía del mar que rugía al compás del viento pero el sol calentaba los vidrios y nos dejaba el sabor salado de nuestra piel.
    
    Cuando mire la hora nos vestimos rápido y salimos a toda máquina para el centro comercial, cuando la vi bajar en el mercado me enorgullecí sabiendo que entre sus piernas aun llevaba algo de mi semen y que minutos antes había disfrutado de sus carnes por primera vez.
    
    Los días posteriores y cuando no se sentía muy dolorida se me aparecía a cualquier hora o me hacía señas para que fuéramos al mismo lugar para amarnos como dos adolescentes. El problema es que cada vez nos sentíamos mas unidos y cuando nació Guillermito como su esposo no estaba en ese momento me pidió si yo podía acompañarla en la sala de parto y eso creo que fue lo que nos selló para siempre.
    
    Mucho se hablaba de nuestra relación dentro del personal de servicio, pero Manuel nunca se enteró y a su madre tampoco le importaba demasiado pues ella ya tenía lo suyo con mi amigo José.
    
    Con ellos estuve casi tres años como chofer y Guillermito era un bebe que hacia feliz a toda la familia y cuando los llevaba a ambos para algún control del pediatra yo lo sentía como mi propio hijo y lo disfrute como tal.
    
    El día que me marche para embarcarme todos lloraban, pero como todas las experiencias valen aprendí que la marina no es para hombres casados porque tanto ellos como sus ...
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