Pefil bajo
Fecha: 15/09/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Pepe le introduce su dedo otro poquito más, a lo que ella da su consentimiento con una sonrisa de lo más arrecha
¿El almacén?, ¿algún problema allí?, pregunta Pepe
- Nooo, al contrario, todo está excelente por aquí, lo que pasa es que me puse a hacer algunas cosas aquí y tu llamada entró justo cuando andaba literalmente gateando sobre unos cajones, su amante sonríe al escuchar aquello.
Como un gato y evitando hacer ruido Pepe acerca su verga a la cola de Lidia, quien ha vuelto a recoger sus piernas contra sus senos; le da unos pequeños golpecitos entre sus nalgas, Lidia lo mira con ansiedad.
Esa llamada ha disparado el líbido en ambos y Pepe no espera más, coloca su duro miembro en aquel umbral; la lubricación y las ganas hacen el resto.
Una y otra vez arremete contra ese preciado hoyito de Lidia, es un embolo que entra y sale, la intensidad sube y sube, el ruido que provoca aquel pistón hace que Lidia desfallezca de placer.
Estuvo lloviendo por aquí, ¿cómo está Carabobo?
- Aquí hace muchísimo calor, ¡como nunca¡ - dice ella mientras es sacudida por los embates de su amante
Ja ja ja, ¿de verdad?, agrega Segundo
- De verdad, - y mirando maliciosamente a Pepe, agrega – si me vieras, estoy toda húmeda.
Ah, bueno, si todo sale bien, yo debo de estar viajando el Domingo al mediodía, ¿hay mucho trabajo?
- Mucho, hoy estoy clavada en pleno depósito – eso deleita a Pepe
El no espera más y saca finalmente lo que llevaba en el paquete; es un ...
... pequeño vibrador, lo conecta y de inmediato lo coloca sobre el marisco de Lidia, quien ya no sabe cómo moverse de tanto placer; pues al mismo tiempo su ano se está dando un festín con la verga de su amante.
¿Y ese ruido? pregunta Segundo al escuchar el zumbido del juguetito
- Ah, ¿te refieres al ventilador portátil? lo tenía por aquí cerca y me animé a prenderlo por el calor que tengo
Ah, entiendo cariño, ¿ya regresaste a tu oficina?
- No, pero ya casi me vengo; responde ella arañando a Pepe
¿Casi te vienes?
- Te quise decir que ya casi me regreso
Entonces no te molesto más cariño, te llamo mañana, besitos.
- Gracias, los estoy recibiendo aquí ahora, agrega Lidia, inyectada por aquella adrenalina. Bye
Lidia sin dejar de moverse, coloca el celular a un lado de su lecho y acelera el ritmo.
- Pepe, todo esto es demasiado placer jamás tuve sexo tan, pero tan rico. Déjame hacer algo que jamás hice y hoy se me antoja
Claro, dice Pepe
- Quiero que intercambiemos nuestros sitios - de inmediato ella se reclina de su posición -Tú colócate ahora aquí - le pide a Pepe
Entonces, él se reclina sobre aquellas almohadas y deja su falo totalmente lubricado al alcance de Lidia
Ella sonríe y lo empuña por un momento, lame el glande y sin dejar la empuñadura, se bebe el néctar que encuentra en aquella cúspide; entonces empieza a deslizar su mano en forma vertical, sube y baja una y otra vez, Pepe hace esfuerzos por no venirse.
- ¿Te gusta, pregunta ...