1. Un tío con suerte - mi sobrina Ivanna


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Fernando X, Fuente: CuentoRelatos

    ... primer orgasmo, y dejo el campo listo y húmedo para intentar penetrarla, me acomode frente a ella y supo que tenía que abrir lo más que pudiera sus piernas, no dijo nada, solo gemía y gemía, mi verga empezó a hundirse lentamente en su cuerpo, sin que ella sintiera molestia alguna, hasta que una pared formada por su himen, detuvo mi avance, le susurre que necesitaba hundir con más fuerza para lograr romper el obstáculo, y que posiblemente seria la parte más dolorosa, ella solamente gimió y asintió con sus ojos, la arremetida causó un ligero grito de dolor, más el placer de sentirse por primera vez mujer, borro cualquier otro sentimiento, vencido el escollo, mi verga ingresó hasta el fondo de su espacio, que tras unos momentos de calma requeridos para que sus paredes se acostumbren al objeto que las separaba, inicie un sube y baja despacio, con ternura, con un ritmo suave, al cual ella fue uniéndose lentamente, se veía en sus ojos y su cuerpo, que disfrutaba cada vez del momento, dejo de haber tensión en sus músculos y aflojo su cuerpo para permitir arremetidas más fuertes. Ya no había temor, solo placer, dejándome ir con todo, vacié mi arma dentro de ella, y seguí moviéndome hasta ver que ella lograba un nuevo orgasmo, con el que terminamos las embestidas para dar paso a una paz sosiega. ...
    ... Me levante en los brazos para no apretarla y dejar que suspirara con toda la fuerza con lo que lo hacía, mas no permití que mi verga saliera de su escondite hasta que regreso a su tamaño normal después de varios minutos donde Ivanna gozo sentirse tomada. La salida de mi verga fue acompañada de líquidos de ambos y restos de sangre, que daban fe, de la pérdida de su virginidad.
    
    Pasamos la noche juntos, no quiso probar, hacerme sexo oral, pero gozo que yo se lo hiciera, tampoco quiso probar otra posición que no fuera de misionero, pero disfruto ampliamente la siguiente vez que la poseí, ni siquiera sentimos cuando regresaron sus amigos, estábamos tan extasiados los dos que caímos rendidos hasta entrada la mañana.
    
    Al día siguiente en la tarde, pasamos sus cosas a mi habitación y me regrese a México, no sin antes acordar que repetiríamos la experiencia y agradecerme por la forma tan especial como había perdido su castidad.
    
    Ivanna ha sido una gran amiga y doctora, fue la primera en felicitarme cuando supo que había una relación con su madre, fue ella quien me recomendó y receto el uso de la pastillita azul, para mantener por más tiempo el placer que siempre me ha gustado dar a las mujeres, y también disfruto el día en que me encontró en la cama de su hermana menor, uniéndose a la fiesta. 
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