Casilda, una mujer morena e inexperta
Fecha: 16/09/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... tetas... Al sentir que se venía, lamí su clítoris de abajo arriba. Entre gemidos, me dijo:
-¡Me vas a matar de gusto!
Apreté mi lengua contra su clítoris, que ya estaba totalmente fuera del capuchón. Aceleré mis movimientos verticales de lengua, y Casilda, exclamó:
-¡¡Llego al cielo!!
Casilda se corrió por vez primera sacudiéndose como si tocara un cable de alta tensión. Dejé mi lengua sobre su clítoris y metiendo la punta en su vagina bebí de ella.
Al acabar de correrse, subí besando y lamiendo su vientre y sus tetas hasta llegar a su boca, allí me recibió con uno de los besos más dulces que me dieron en toda mi vida.
Me eché boca arriba a su lado. Se puso de lado, me cogió la polla, flácida. Me la lamió como yo le había lamido el coño a ella. Se veía que nunca hiciera una mamada. Al ver que se ponía dura, me besó, y me dijo:
-Haz que sienta otra vez lo que sentí antes. ¿Cómo se llama lo que sacudió mi cuerpo?
-Algunos le dicen correrse, otros tener un orgasmo, otros llegar al éxtasis...
-¡Date! Mira lo que sentía Santa Teresa o La beata Ludovica. ¡Se corrían!
-Probablemente haciendo una paja.
-¿Sabrías hacerme una?
La besé. Fui directamente a su coño empapado. Mamándole las tetas y besándola, la masturbé con dos dedos... Cuando sintió que se iba a correr, me dijo:
-Déjame terminar a mí.
Metió dos dedos dentro del coño. Yo le magreé las tetas y la besé. Debió ser la novedad, pero no duró nada. Se encogió, y en posición fetal, ...
... jadeando y temblando, se corrió como una bendita.
Había creado un monstruo sexual. Nada más correrse, me dijo:
-Haz una cubana.
Le comí la boca, después me senté encima de ella, le puse la verga empalmada entre sus hermosas tetas, y le dije:
-Coge las tetas con las dos manos y aprieta mi polla con ellas.
Estaba entregada.
-Chúpala cando llegue a tu boca.
Casilda, enseguida le cogió el tranquillo, al fin y al cabo, chupar, todas y todos sabemos.
Al sentir que me iba a correr de nuevo, le dije:
-Moja un dedo con el jugo de tu coño y fóllame el culo con él.
Le junté las tetas mientras me metía el dedo mojado en el culo y me lo follaba.
-¿Quieres que me corra en tu boca o en tus tetas?
-En la boca. Yo también quiero beber de ti.
¡Vaya si bebió! No dejó que se derramara ni una gota de mi leche calentita y espesita.
Al acabar de correrme, me dijo:
-Me estoy empezando a sentir muy puta. Dime cosas dulces.
-¿Quieres disfrutar en la posición del perrito, cielo?
-¿Cómo es esa posición, cariño?
A cuatro patas, vida.
Se puso a cuatro patas, y me dijo:
-Así aún me siento más puta. Parezco una cerda, más que una cerda, una perra.
Le lamí el coño.
-El sexo cuanto más guarro más placentero, princesa.
Dándole nalgadas, hice círculos con mi lengua sobre su ojete y después se lo follé con la puntita. Al rato su coño chorreaba. Al lamérselo comenzó a gemir y al volver al ojete y follárselo de nuevo con la puntita de la lengua, sus ...