1. Tatiana Cap II: Juegos Lujuriosos


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos

    ... vez que le insistía a su mujer, Marta era tajante: debían ser pacientes; cualquier movimiento arrebatado en su estrategia de caza podía ahuyentar a su presa. Benito la escuchaba y le terminaba dando la razón; sabía que ella era el único camino que lo podría conducir al ansiado trofeo y no le quedaba más que confiar en su ingenio.
    
    ―Un día de estos te voy a llamar, igual que esa vez, y tú vas a dejar lo que sea que estés haciendo, te vendrás corriendo y nos iremos a divertir con Tati―le advertía Marta, divertida al verlo tan ansioso.
    
    Por si fuera poco, su compañero de toda la vida parecía haber rejuvenecido treinta años, las recurrentes erecciones que sufría lo habían complicado a tal grado que tuvo que empezar a usar ropa interior muy ajustada, que era bastante incomoda pero conseguía mantener los espontáneos empinamientos de su miembro ocultos bajo su barriga. Y aun así, de vez en cuando, tenía que andar con la mano en el bolsillo para terminar de disimular el alargado bulto en sus pantalones.
    
    Eran cerca de las once de la mañana; volvía a su oficina después de una asamblea con el profesorado. Había dejado su celular en un cajón de su escritorio pues no podía permitirse apagarlo y tampoco confiaba en poder mantener el control en caso que Marta lo tratara de contactar en plena reunión. Se desprendió de su chaqueta y aflojó su corbata. Luego se sentó y buscó el aparato; con una extraña mezcla de alivio y frustración, constató que su mujer no lo había llamado.
    
    Trató ...
    ... de concentrarse en su trabajo. Había estado tan distraído el último tiempo que apenas cumplía con las metas diarias que se imponía. Así que tenía una torre de carpetas con planes de estudio por aprobar, solicitudes de alumnos por revisar y evaluaciones de profesores por calificar.
    
    Cuando sonó el teléfono de su escritorio, lo primero que pensó fue que le darían más trabajo. Pero su secretaria lo sorprendió.
    
    ―Lo busca la señorita Vicky Consigliere ―le informó―. Dice que tiene una cita, pero no está en la agenda―continuó en un tono de voz más bajo, seguramente para que ella no la escuchara.
    
    “Pues no es tan señorita” le habría gustado confesar a Benito. Vicky era la esposa de Samuel, uno de sus vecinos; y la pareja formaba parte de las reservadas reuniones del condominio. Era una mujer de poco más de cuarenta años que aparentaba tener treinta. Le gustaba mantenerse bien, hacia ejercicio y se cuidaba. Bastante atractiva en realidad, lo que la convertía en el premio a ganar en muchos de los juegos que practicaban en aquellas impúdicas juntas.
    
    ―Una reunión de último minuto, Berta. Olvide avisarte―mintió Benito―. Hazla pasar.
    
    Vicky era ejecutiva de cuentas de un banco. Cuando entró en la oficina del decano, este no pudo evitar fijarse en su atuendo formal. Traía una chaqueta corta sobre una escotada blusa blanca; su ceñida falda le llegaba hasta poco más arriba de las rodillas. Sus tacos altos la hacían ver más estirada y esbelta de lo que Benito esperaba. Su trabajado ...
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