1. Tatiana Cap II: Juegos Lujuriosos


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos

    ... realidad.
    
    ―¿Cuánto crees que tarde en pedir otra sesión?―preguntó Benito mientras disfrutaba del frenético masaje―. ¿O no será mejor que le impongamos repetirlo cada cierto tiempo?, ¿cómo un tratamiento a largo plazo o algo así?
    
    ―No, vamos a dejar que ella nos llame―dijo Marta con seguridad―. Cree que le hacemos un favor y eso le suma una buena cuota de morbo ¿no crees? Que te lo agradezca, que se deshaga en agradecimiento mientras nos aprovechamos de ella. Uf, claro que eso me pone, ¿a ti no?
    
    ―Sí, tienes toda la razón. ¡Y nos quería pagar!―.Benito llevó la cabeza de su mujer a su miembro ya completamente erecto. A Marta no le molestó para nada, lo engulló con placer mientras su mano seguía masturbándolo ahí en la base junto a sus bolas.―Ya me imagino a Tatiana devorándome la verga. Esa preciosa boquita comiéndomela toda… mmm, mientras acaricio su espalda y su culazo, animándola a beberse toda mi leche.
    
    ―No se preocupe, mi viejito… mmm… Antes de lo que te imaginas… mmm… conseguiré que Tatiana… mmm… adore tu tremenda vergota―prometió Marta entre lamidas y chupetones.
    
    Benito no aguantó mucho más. Las promesas de su mujer de que dispondría de su hermosa vecina para liberar todos sus morbosos deseos y el fresco recuerdo de la sabrosa piel de Tatiana fueron demasiado para él. Descargó chorros de denso semen en la boca de Marta. A ella nunca le había gustado mucho que eyacularan mientras chupaba; sin embargo, al imaginarse a la hermosa rubia en su lugar, disfrutó al ...
    ... recibir los fluidos cargados de espermios de su marido.
    
    Marta no se retiró al baño a escupir lo capturado en su boca como siempre. Muy por el contrario: se lo tragó todo y se quedó ahí, limpiando con cuidado cada gota de semen con su lengua, asegurándose que Benito se diera cuenta que se había portado como una buena perra.
    
    ―Ya se me ocurrió algo―dijo de pronto Marta, aún con la flácida verga de Benito en la cara.
    
    ***
    
    Eran las seis de la tarde. Benito había vuelto a la Universidad hace rato, resignado, pues su mujer no le había querido contar nada sobre el plan que pretendía llevar a cabo para continuar engañando a Tatiana.
    
    Marta estaba pegada a la ventana del segundo piso. Desde ahí se podía ver con claridad la portería del condominio; sabía que a esa hora acostumbraba llegar del trabajo la persona que debía intersectar antes que llegara a su casa. Después de meditarlo toda la tarde, estaba convencida que debía intervenir en los acontecimientos que se desarrollarían en la intimidad de sus vecinos. Era poco probable que lo sucedido aquella mañana les estallara en la cara, pero no podía dejar pasar la oportunidad de sacarle aún más provecho a la información “privilegiada” con que disponía.
    
    Por fin llegó el vehículo que esperaba. Demoraría en que el guardia le abriera la barrera el tiempo justo que a ella le tomaría bajar las escaleras, salir e intersectarlo en la calle. Por tanto se apresuró a su cometido, en unos segundos llegó al borde de la acera y, apenas ...
«1234...15»