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El capataz y el señorito 4
Fecha: 06/01/2020, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues
... dónde jaló mi hermano. Ricardo: pues no lo sé. Braulio: y yo ya dije que no le creo, usté tiene que saber de Bruno, después de todo era su mujer. Ricardo enrojeció al escuchar esas palabras: pero cómo se atreve. no sé quién le dijo esas mentiras pero. Braulio: no joven, ni lo niegue que el Bruno me contaba todas sus andanzas y yo sé cómo se las gastaba ese cabrón. él mismo me contó como usté se le ofreció para que lo hiciera su putito. Ricardo: eso no es cierto, fue él quien me violó y. Braulio sonrió maliciosamente mientras que Ricardo se dio cuenta de su error y dijo: váyase, váyase de mi casa y no vuelva. Braulio: eso sí que no. yo tengo que saber lo que pasó con mi hermano. Ricardo: y yo ya le dije que no sé nada y si sigue molestando llamaré a la policía. Braulio: pos hágalo joven, sirve que así comienzan a investigar el paradero de Bruno, a mí hasta me conviene que la policía venga. Ricardo no sabía qué hacer, no le convenía que la policía supiera de la desaparición de Bruno porque abrirían una investigación y el más perjudicado sería Juancho. Braulio: mire señorito yo me voy por ahora pero será mejor que todo lo arreglemos de la mejor forma, yo estoy dispuesto a olvidar si usté me ayuda. piénselo. Ricardo no entendió bien las palabras de Braulio y vio como este se dirigía a la salida cuando dijo: ¡Espere! Ricardo: ¿qué quiere decir con que nos podemos arreglar? Braulio: pos verá. yo sé que mi hermano no era ningún santo y después de lo que le hizo pos era normal que ...
... usté quisiera venganza, entonces si es generoso y me da algo de dinero pos yo me olvido de todo, ¿me entiende? El señorito entendió el porqué de la visita de Braulio, el tipo quería dinero y estaba dispuesto a dárselo para conservar su tranquilidad. Ricardo: ¿de cuánto estamos hablando? Braulio: de 500 mil pesos. Ricardo: pero eso es mucho dinero. Braulio: por favor señorito, no es tanto por mi silencio y usté tiene mucho más. le doy una semana para que junte la lana y lo veo en la posada del pueblo para que me dé lo que le pido. Después que Braulio se fue, Ricardo quedó muy intranquilo por no saber qué hacer y su nerviosismo no pasó inadvertido para Juancho, quien le preguntó que le ocurría, pero el señorito prefirió ocultarlo, de esto se encargaría él solo. El día llegó y luego de una llamada anónima para precisar la cita, Ricardo fue a la posada del pueblo cargando un maletín con el dinero pedido. el rubio entró a una de las habitaciones y no vio a nadie, de pronto sintió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo perder el conocimiento. Ricardo no supo cuánto tiempo pasó, pero cuando despertó se percató que estaba en otro lugar, al parecer en un sitio lejos del pueblo porque solo se escuchaba el río y las aves, era de noche y estaba oscuro, solo una vela iluminaba aquel cuarto. el señorito intentó levantarse de la cama y descubrió que estaba atado de pies y manos además de encontrarse sin su ropa, únicamente con bóxer, no entendía nada y empezó a temblar hasta que vio que ...