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El capataz y el señorito 4
Fecha: 06/01/2020, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues
... hombre quemaban su cuerpo. Ricardo: ah ah ah es demasiado grande ah ah ah El hombre gruñó y acercándose al oído de Ricardo dijo: tu culo me extrañaba no lo puedes negar. Al oír las palabras, Ricardo abrió sus ojos enormemente y dijo: eres Bruno. El violador detuvo las embestidas y se quitó el pasamontañas descubriendo su rostro, era Bruno. Al verlo, Ricardo gimió más fuerte y comenzó a llorar. Bruno: lloras por verme. extrañabas a tu marido verdad. Y el salvaje Bruno reinició las clavadas en el culo de Ricardo que gritaba por la brutalidad de la violación. Bruno: le entregaste el culo a Juancho pero ahora te darás cuenta que tu único dueño soy yo. El señorito sentía cada estocada que llegaba a lo más profundo de su ser. Bruno: estoy seguro que cuando estabas con Juancho no podías olvidar cuando te desflore o cuando te orine. eres mío Ricardo solo mío y siempre lo serás. dilo Ricardo: ah ah ah ah por favor ya déjame. El culo de Ricardo no aguantaba más y sangraba por la fuerza de las embestidas. Bruno: dime que soy tu dueño. dilo. Ricardo: ah ah por favor no tan fuerte ah ah ah. Bruno: grita que soy tu macho o te meto mis huevos para que no vuelvas a caminar en tu vida. Paf paf paf, se escuchaba en la habitación por el sonido de dos cuerpos chocando en un acto salvaje de pasión. Y adolorido por la violación, Ricardo dijo las palabras: sí. soy tuyo. Bruno te pertenezco. Bruno mordió la oreja de Ricardo y dijo: sí chiquito eres mi mujer. El excapataz sonrió sádicamente y ...
... desató los brazos de Ricardo que se aferraron a la espalda de su macho y cuando sus piernas fueron liberadas estas se entrelazaron en el cuerpo de Bruno. Bruno: apriétame más putito. ordéñame, sácale la leche a tu macho. Poseído por el placer, Ricardo gritaba y arañaba la espalda de Bruno mientras que este mordía el cuello de su amante marcándolo aún más. Bruno: ningún otro puto me hace sentir lo que tú. tu culo está hecho para darme placer, oh sí me encantas. Ricardo eyaculó manchando el abdomen de su marido sin poder evitar pensar en Juancho a quien traicionaba al entregarse a otro hombre. Bruno: ya te corriste. solo conmigo gozas como una puta, eres mi puta. Y Bruno se corrió llenando de leche los intestinos de Ricardo que sentía en su interior los chorros de leche. bufando, el semental susurró al oído del rubio: tu culo va pagar el haberse entregado a Juancho, no te dejaré ir hasta que entiendas que solo puedes entregarte a mí. Y el salvaje excapataz mordió el cuello del señorito, que gimió por ese acto, después bruscamente, Bruno sacó su verga del interior de Ricardo que sangraba por el ano. Bruno tomó las ataduras y volvió a amarrar al señorito que llorando incrédulo dijo: ah ¿qué haces? Bruno: continuarás atado hasta que me harte de ti, te violaré cuando quiera me entiendes, jajaja. Y Ricardo vio como Bruno encendía un cigarrillo y tomaba una cerveza luego de haberlo violado, la verga del macho lucía semiflácida y manchada de sangre y semen. el señorito solo pudo pensar en ...