1. La chica dulce se transformó


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... jugo calentito y delicioso.
    
    Al acabar de correrse, me iba a levantar y sacar la polla para follarla allí mismo, de pie, pero Violeta iba un paso por delante. Me empujó y quedé tendido en aquel piso de madera apolillado y mugriento. Se quitó la camisa y la tiró al suelo sin importarle que se manchase. No se anduvo con rodeos. Se agachó, me abrió la cremallera del pantalón y me sacó la polla. Con ella en la mano, me dijo:
    
    -¿Qué le das de comer para que esté tan gorda, papi?
    
    -¿Papi? ¡Le doy de comer coños, puta!
    
    Me dio dos bofetadas, una en cada lado de la cara.
    
    .¡Plas, plas!
    
    Después, me dijo:
    
    -¡A mí háblame bien, cara culo!
    
    Le pregunté:
    
    -¿Qué coño te pasa?
    
    Me dio otras dos bofetadas,
    
    -¡Calla, caraaaallo!
    
    Me callé, sino me iba a dar más.
    
    Se sentó encima de mi polla y la metió hasta el fondo de su chocho. Entró tan apretada, que le dije:
    
    -Parece el agujero de un culo y no él de un coño.
    
    -¡¿Coño?! ¡Yo tengo una almejita, bicho!
    
    Me volvió dar dos bofetadas.
    
    -¡Plas, plas!
    
    Le dije:
    
    -¿Quieres guerra? ¡Toma guerra!
    
    Empecé a follarla a toda hostia... pero no le podía dar más de cuatro o cinco clavadas seguidas o me iba correr antes que ella.
    
    Después del décimo mete y saca con cuatro o cinco clavadas, me dice:
    
    -¿Eso es todo lo que sabes hacer, capullo?
    
    Me folló ella a mí... Su chocho parecía una metralleta.
    
    Me corrí sin poder evitarlo. Me miró mientras me corría. Era como si no quisiera perderse ningún gesto de ...
    ... placer que se dibujase en mi rostro mientras sentía como la leche llenaba su choho.
    
    Al acabar de correrme mi polla se empezó a poner morcillona. Cogió un cabreo criminal.
    
    -¡Ni se te ocurra dejarme así, chulo de feria!
    
    Se dio la vuelta, me puso el coño en la boca, un coño que empezó a soltar semen. Agarró mi polla, la chupó, y después me dijo:
    
    -¡Come, rata asquerosa!
    
    -Está saliendo mi leche de tu almeja.
    
    -¡¿Y qué te piensas que acabo de aprovechar yo, sopla pollas?!
    
    Le agarré las nalgas y le lamí el ojete mientras el semen caía sobre mi mentón y bajaba por mi cuello. Le gustó, ya que dijo:
    
    -Bueno, por esta vez... Fóllamelo con tu lengua y prepáralo para meter tu polla en él, maricón.
    
    Se lo follé y la nalgueé. Se enfadó.
    
    -¡Aquí la que arrea soy yo! ¡¡Cómo me des otra vez te muerdo los huevos!!
    
    Aún no pasara un minuto, y me dice:
    
    -¡Quiero que me des en culo, y fuerte, cabrón!
    
    -Pero...
    
    -¡Qué te arranco la polla de un mordisco, mamóm!
    
    Sus palabras eran órdenes que había que cumplir.
    
    Al rato, después de comerle el culo, de nalguearla y de hacerme ella una buena mamada, mi polla estaba de nuevo dura. Volvió a subir y jugó con la polla en la entrada del ojete. Yo empujaba, pero ella la apartaba... En una de esas empujé y la polla entró, pero en el chocho. Sonriendo, me dijo:
    
    -¡Sorpreeesa!
    
    -Una sorpresa muy agradable.
    
    Violeta, empezando a follarme, me dijo:
    
    -¿Agradable? ¡Cómo te corras y se te baje otra vez, te la corto! ...