1. El carnaval de Tepoztlán


    Fecha: 08/01/2020, Categorías: Infidelidad Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    ... parecía explotar y dejaba adivinar un gran tamaño a través de la tela del pantalón.
    
    Nos separamos un instante para desvestirnos mutuamente, mientras Silverio se desabotonaba la camisa, me arrodillé para quitarle sus zapatos, sus pantalones y el boxer, y una vez que estas prendas dejaron de ser un estorbo, ante mi apareció una magnífica verga de unos 20 cm, erguida y gruesa, que apuntándome de frente me invitaba a devorarla. Pero lo que más me llamo la atención fueron sus gigantescos par de huevos que se colgaba, en verdad no les miento! Eran enormes! Cada una debía medir lo que mide una pelota de tenis! Embobada estaba en esta agradable visión por lo que el tuvo que decirme:
    
    S- Y Bien señorita….. es esto lo que querías? O acaso me equivoco?
    
    P- No… No te equivocas, es justamente lo que estaba buscando para hoy.
    
    S- Pues es que parece que no te gustó……
    
    P- Noooo, en verdad disculpa mi cara! Pero es que te cargas unos huevotes!! Nunca había visto unos tan grandes!! No inventes!! En verdad son enormeeeeees!
    
    S- Y te gustan así?
    
    P- La verdad si! Que los tengas así es un verdadero Plus, pues también tienes una verga muy rica…….
    
    S- Porque no eres bien educada y lo saludas de beso.
    
    No planeaba hacerme del rogar, por lo que de la manera más sensual que pude comencé a besarla empezando por el ojo de su cabeza, que para ese momento ya me regalaba cristalinas gotas de su delicioso líquido preseminal, bajando por toda la extensión de su larga vergota, hasta que ...
    ... llegue a sus gigantescas bolas, y ahora si, una vez que mis labios conocían todo el territorio de su gran hombría, me dispuse a propinarle una magnífica mamada que este hombre nunca olvidaría, por lo que abrí mi boca e introduje la mitad de esa deliciosa anaconda en ella y comencé a chupársela con la maestría que puedo presumir que tengo. Cada centímetro de piel de esa masculina herramienta, fue lamida, y chupada con verdadera pasión, me detenía en el glande, absorbiendo el líquido preseminal que le brotaba.
    
    Me detuve un instante en mi ardua tarea y saqué totalmente su vergota de mi boca, sólo para pedirle que se acostará en la cama y una vez que lo hizo, me acomodé de cuclillas frente a él y seguí chupándole la verga con verdadera devoción. Me encanta chupar una buena verga, grande, dura, gorda, siempre me gustó, desde chiquilla......y se lo demostraba a cada uno de mis machos, en un determinado momento, Silverio me ordenó darme la vuelta, quedando en una posición de 69, posición que Silverio aprovechó para empezar a darme un delicioso beso negro como se debe dar. Silverio resulto ser un verdadero experto en esto, su lengua penetraba mi esfínter, ensalivándolo y sus dedos se alternaban con su lengua, para insertarse en mi agujerito, que cada vez se dilataba más y más. También me encanta recordar la deliciosa sensación de cosquilleo que me provocaba el bigote de Silverio en mi ano, Dios bendito! Que delicioso me comió el culo este hombre!!
    
    Los huevotes que adornaban la ...
«12...678...11»