1. Una esclava inesperada II


    Fecha: 10/01/2020, Categorías: Gays Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    El culo de Ga estaba muy rojo cuando terminé de propinarle los 45 azotes que le había prometido. Pero yo quería todavía más, quería ver ese culo morado. ¿Qué me estaba pasando?
    
    —45 – dije yo
    
    —Tienes la mano pesada cabrón… pero me encanta que me azoten el culo… sobre todo el culo… – me contestó ella levantándose
    
    —No te levantes todavía – le ordené – todavía quiero azotarte más…
    
    —¿En serio? – me preguntó entre feliz e incrédula
    
    —Si…
    
    De la pura excitación se me había vuelto a parar. Le empezaba a agarrar gusto a esto, pero no me quería sobrepasar. Le di otros diez en cada nalga y le dije que ya había terminado cuando me pregunto:
    
    —No creo que hayas probado el sexo anal, ¿verdad?
    
    —Me acabas de estrenar Ga…
    
    —…quiero que me cojas por el culo… se siente más rico cuando te acaban de azotar como tu…
    
    —Lo que digas “puta” …
    
    Parece que eso fue un detonante para ella. Se levantó y me beso apasionadamente. Me agarro el paquete y me masturbaba muy rápido. Se separó de mí y me dijo:
    
    —cómo va a ser tu primera vez, tienes que lubricar mi ojete, para que no te duela tanto. Yo me encargo de lubricar tu verga. Pero tienes que prometerme que la próxima me la metes sin nada.
    
    Nos fuimos a mi cuarto y me dijo que me acostara. Ella se acomodó para un 69 y me dijo que le mamara el culo y lo que yo quisiera mamarle.
    
    Un 69 en mi primera vez… vaya suerte la mía.
    
    Lo primero que me llego fue un olor a mierda, pero andaba ya muy encarrilado para echarme para ...
    ... atrás, así que me dispuse a mi tarea. Al principio si me dio un poco de asco, pero, quizá por el morbo o quizá por otras cosas, pero el asunto de mamarle el trasero a una vieja me excitó mucho y debo confesar que ahora me agrada en sobre manera.
    
    Yo chupaba y chupaba ese ojete que me parecía muy pequeño y no me explicaba cómo es que iba a meter mi verga ahí. Me di cuenta de que el coño de Ga estaba muy mojado, de hecho, casi chorreaba y entonces, tal vez por instinto, la empecé a masturbar, le metí dos dedos en su coño y después los frotaba en su ojete. Al parecer le gustaba lo que hacía, aunque después me dijo que, en ese aspecto de mamar, no era muy bueno. Después me enseñaría algunos truquillos.
    
    Mientras tanto ella me estaba llevando a la gloria por tercera vez. No sé por qué, pero mamaba muy rico, de hecho, ninguna mujer con la que haya estado me la mamó como ella.
    
    Después de un rato de felación me dijo que ya estaba bien, que quería que la reventara. Se puso a cuatro patas y me recomendó:
    
    —como es tu primera vez, hazlo despacio, vela metiendo poco a poco, ¿ok?
    
    Apunté mi verga a punto de estallar en su culo y forcé la entrada. Me sorprendió la facilidad con la que entraba. No me dolía como ella dijo. Ya tenía la cabeza y un poquito más adentro y decidí clavarla entera. Estaba desesperado y quería venirme ya. Ella suspiró y yo comencé un frenético mete y saca. Tenía un culo riquísimo y sentía que me venía a cada embate. Una vez más comencé a nalguearla (creo que ...
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