1. Una esclava inesperada II


    Fecha: 10/01/2020, Categorías: Gays Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... en serio te gustan los…
    
    —Si… pero Lex, dijiste que no me ibas a juzgar…
    
    —Callate, no me interrumpas y quédate donde estas.…
    
    Acto seguido, la dejé ahí plantada en el baño. Me fui derecho a la cocina y me serví una jarra de agua. Vaya que me había excitado eso. Me dio asco, pero me había excitado. ¿Hasta dónde llegaría mi perversión y los límites de mi morbo? Un montón de ideas se formaron en mi cabeza. Ese acto había hecho que los límites entre lo asqueroso y lo normal se fueran. Ahora quería hacer muchas cosas y probar sus límites. Por lo pronto, yo ya no tenía. Regresé al baño con la jarra en mano y Ga estaba sentada en el wáter, llorando. Me miró, con cara de regañada, pero al ver la jarra, se sorprendió. Yo, le sonreí y me bebí toda la jarra en frente de ella. Debían de ser como dos litros.
    
    Ella empezó a reír, aunque seguía llorando. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro. Cuando terminé le espeté: “a la regadera zorra, que falta mucho para vuelva a orinarte”
    
    Nos metimos y ella seguía llorando, pero estaba feliz. “Te amo”, me dijo, mientras me masturbaba. Nos abrazamos, ...
    ... nos besamos, nos tocamos. Se separó de mí y, agarró el jabón y me dijo “amo, no te preocupes, que yo te voy a bañar”. Me enjabonó todo el cuerpo y me lo limpió todo.
    
    Puso especial atención en mi pene. Se arrodilló y lo limpió muy bien con sus manos llenas de espuma. Era el momento perfecto para probar sus límites. Mientras ella seguía limpiando mi verga, me di vuelta y le dije “este lo limpias primero con tu lengua y después con el jabón”. Abrió mis nalgas y luego sentí su lengua en mi culo. No había tardado nada en hacerlo. Bien, no le importaba mamarme el culo. Ya después probaría otras cosas que tenía en mente.
    
    Había leído que el “beso negro” es muy rico y estaba comprobando la veracidad de eso. Vaya que es muy rico que te mamen el ojete. Después de un rato que me trabajó el agujero con su lengua, seguimos con el baño. Me la cogí por la concha y terminé dentro de ella.
    
    Ya en mi cuarto, nos dio algo de sueño y nos quedamos dormidos. Había sido un gran día. Terminé rendido y puedo asegurar que Ga también.
    
    Continuará…
    
    Les agradezco de antemano sus valoraciones, comentarios y lecturas. 
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