1. Mi Karen


    Fecha: 11/01/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    Eran como las tres de la mañana, otra vez despierto cruelmente tan temprano, de por sí, me había dormido tarde, cerca de las doce. Tiempo tenía que mis noches estaban convertidas en un infierno, con los ojos hinchados y arenosos, y la ves unas inmensas ganas de dormir, sin poder hacerlo. Noche a noche maldecía mi suerte, Daniela, parecía tener contrato con la almohada, mas tardaba en colocar la cabeza en ella, que en estar roncando como carro en mal estado. Miles de pensamientos atormentaban. En que estaba fallando. Mi mujer yacía a mi lado con la llama de la pasión apagada, sin mostrar el más mínimo deseo de copular conmigo. En principio, quise ser comprensivo está cansada me dije, tiene su regla en otras tantas ocasiones, o el infaltable dolor de cabeza. Lo cierto es que no faltaba un pretexto, y cada vez pasaban más días sin que pudiera desfogar mi necesidad sexual. Esto degeneró a pasos agigantados, transcurrían los días sin esperanza de poder tener intimidad. Muchas noches intente seducirla, besando su cuello, su boca, o hundiendo mis dedos en su intimidad, hurgando, frotando, sin lograr un buen resultado. No estaba inventando nada. ¿Si eso no es seducir, que alguien me diga entonces que es entonces? Lo único cierto es que, Daniela continuaba dormida, y yo luchando con mis inaguantables ganas de coger. Pensando en el fondo, que era un encimoso calenturiento. ¿Cómo podía Daniela transitar por la vida sin necesidad sexual? ¡Por dios me voy a volver loco! Fue tanta mi ...
    ... ansiedad, que llegue a pensar en violarla. Mi mente era la más atormentada, que podía hacer si mi cuerpo era tentado por su cálida presencia, y ardía sin consuelo. Comencé a sentirme cohibido, le oía dormir y entonces comenzaba a manosearla, yo mismo no podía creerlo, sentir que estaba tomando demasiadas libertades al tocar su cuerpo. Ese hermoso, y sensual cuerpo que Daniela se había empeñado en cuidar, y que conservaba tan visual y tentador. Mi mano sudorosa de nervios, estaba dentro de sus pantaletas, hurgando temeroso dentro de su vagina. Pero un día me di cuenta, que no despertaría, podía meterle un taladro roto martillo y no despertaría, ¿era posible aquello? Desgraciadamente sí. Seguía preguntándome. ¿Porque antes tan sensible, y ahora tal parecía que la panocha de Daniela estaba muerta? al menos para mí lo estaba. Intente de todo, hable con ella al respecto, su respuesta fue sencilla y tajante. —no sé qué me pasa me da mucho sueño no puedo evitarlo. Le propuse visitar al médico y la valorará, se negó rotundamente. —¡no, no estoy enferma! No tengo la culpa que no puedas reprimir tus instintos. Su respuesta fue por demás demoledora, pego en mi auto estima, como roca de varias toneladas. Deje de molestarla. Cuando algo no se da. Tomarlo a la fuerza no vale la pena.
    
    ¡Hoy es un día muy especial, cumple años mi hija Karen, me siento feliz, estoy muy orgulloso de ella. Es la luz en mi oscuridad matrimonial. Es una linda muchacha seria y educada, que estudia con mucho afán. Ese ...
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